Un precedente de mucho sabor

Un precedente de mucho sabor
- F.M.
Fernando MateosFernando Mateos 2 min lectura
El Sevilla nunca se ha enfrentado en partido oficial al Neftçi, uno de sus posibles rivales en la Q2 de la Europa League, pero sí al Újpest, en un amistoso. Fue el 7 de agosto de 1982, con motivo de la final del III Trofeo de la Vendimia de Jerez de la Frontera, disputado en el antiguo Estadio Domecq, demolido en 1988, y presentado días antes en la capital hispalense, en el Hotel Alfonso XIII.

Fue un partido caliente, con tres expulsados, resuelto por los pupilos de Manolo Cardo con un gol de Santi en la 
segunda mitad tras un medido pase de Francisco, siendo el capitán Curro Sanjosé el encargado de recoger el Catavino de Oro de manos de un jovencísimo Pedro Pacheco, alcalde de Jerez. Un 1-0 con tanto de Santi dio aquel torneo a los sevillistas en un igualado envite.

Por su parte, el Újpest, cuya portería defendía ese día el recordado Szendrei, posteriormente portero de Málaga y Cádiz, guarda también un curioso vínculo con el eterno rival sevillista, pues su estadio, con capacidad para 13.500 espectadores, toma el nombre de Ferenc Szusza, su mayor leyenda y entrenador del Betis en los setenta.
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