El Sevilla Fútbol Club anunció en la tarde del sábado el fichaje de André Silva, delantero portugués que la pasada campaña no justificó los 38 millones de euros que el A.C. Milan soltó hace un año por él al Oporto. Porque el elevado coste de su traspaso contrastó con la escasa cifra de goles que hizo, dos en sus
24 partidos en la Serie A, lo que se enjuaga algo con los ocho que hizo en el resto de competiciones: en total, diez goles en 40 partidos.
En Italia aún se siguen preguntando por qué este futbolista no llegó a cuajar allí después de que, en apenas dos años, pasara de ser un efectivo más del filial portuense a
firmar 21 goles y 8 asistencias en 44 encuentros con el primer equipo de los ‘dragoes’ y convertirse en internacional de una selección campeona de Europa como Portugal, a la que ‘llevó’ al pasado Mundial de Rusia después de conseguir nueve tantos en diez duelos.
Queda claro, por tanto, que la cesión de
André Silva al Sevilla por una temporada con opción de compra puede traducirse en el deseo de un futbolista de volver por sus fueros, una historia que en Nervión no es para nada desconocida...
La del portugués será la enésima reválida de un delantero en el Sevilla en los últimos años, un caso más de ese atacante que
elige al conjunto blanquirrojo para recuperar sensaciones, para reencontrarse con su mejor versión, lo que no quiere decir que vaya a ser así. O sí. Porque la historia reciente del Sevilla deja ver ambas cosas.
La exitosa 2005/2006 puede tomarse como punto de partida con los casos de Kanouté, Luis Fabiano y Saviola. El maliense, por un lado, venía de firmar con el Tottenham dos discretas temporadas después de haberlo hecho muy bien en West Ham y Olympique de Lyon. Su historia como sevillista, sobra decir, estuvo llena de éxitos, como también le ocurrió a Luis Fabiano, una sombra en el Oporto del que fue en el Sao Paulo, y que en el Sevilla recuperó con creces aquel delatador apelativo de ‘O Fabuloso’ que, entre otras cosas, le valió para ser el
delantero centro de la selección brasileña. Por su parte, el argentino tuvo menos suerte, no cristalizando de verdad en el Sevilla, como tampoco hizo en el Barça, aquel proyecto de gran futbolista que prometió en River Plate. Aun así, ganó títulos.
Más cercanos en el tiempo son los casos de
Iago Aspas y Ciro Immobile. El gallego se destapó en el Celta, convirtiéndose en uno de los más efectivos goleadores españoles. Sus buenas prestaciones le llevaron al Liverpool, donde nunca llegó a ser el de Vigo. Así, en 2014 llega al Sevilla, pasando casi desapercibido para volver a ser de celeste toda una garantía de gol. De igual forma, el italiano desembarcó en 2015 en Nervión sin haber reflejado en el Borussia Dortmund el acierto que había mostrado en el Torino. Como sevillista, tampoco destacó.
Casos contrapuestosEn el mercado estival de la 16/17 se fichó a Vietto; y en el invernal, a Jovetic. Son dos ejemplos contrapuestos, ya que mientras el argentino estuvo muy lejos de lo demostrado en el Villarreal, lo que también le pasó en su equipo de procedencia, el Atlético, el montenegrino sí llegó a brillar en un Sevilla que lo obtuvo como cedido del Inter de Milan.
Y la pasada campaña ocurrió algo parecido con Nolito, primero, y Sandro, después. Ni el gaditano ni el canario demostraron en Sevilla ser esos jugadores que despuntaron en Celta y Málaga, respectivamente, razones, entre otras, por las que André Silva es hoy sevillista.
El undécimo portugués en el SevillaAndré Silva se va a convertir en el undécimo jugador portugués que se enfunde la camiseta del Sevilla. A pesar de ser un país vecino, lo cierto es que no son muchos los futbolistas lusos que han pasado por Nervión, la gran mayoría pertenecientes a su historia reciente salvo Graça, que lo hizo de 1958 a 1960.
Pasaron casi 30 años para que se volviera a ver a un portugués en el Sevilla, en este caso dos, como fueron los casos de Peixe y Agostinho en 1995. A partir de ahí llegaron Bakero (1999), Taira (2000), Makukula (2004), Duda (2006), Beto (2012), Diogo (2013) y Carriço (2013), este último, actual capitán blanquirrojo y el único compatriota que tendrá el recién llegado delantero.
Y en el capítulo de entrenadores, también pocos, sólo uno, que fue Toni Oliveira en la 1995/1996.
Antonio Federero6 min lectura