El
Chelsea, de la mano de John
Terry y el hispano brasileño Diego
Costa, consiguió su primer título de la temporada, el
sexto trofeo para sus vitrinas de la
Copa de la Liga, tras superar en
Wembley al
Tottenham, penalizado por su falta de acierto.
Jose Mourinho ya tiene su primer éxito del curso.
Líder sólido en la
Premier y cerca de los
cuartos de final de la
Liga de Campeones, confía el seguidor blue en disfrutar de un año de gloria. Solo la
Copa inglesa ha sido un
fiasco para el equipo londinense, que cayó eliminado de forma prematura tras perder en Stamford Bridge ante el
Bradford, de tercera categoría.
La calidad de los futbolistas de
Mourinho inclinó la final, marcada por el equilibrio hasta el final de la primera parte, cuando John Terry aprovechó un balón suelto dentro del área del Tottenham para batir, desde el punto de penalti, al meta galo Hugo
Lloris. Hasta ese momento, el equipo del argentino Mauricio Pochettino había mantenido el tipo sin excesivos sobresaltos. En un duelo plagado de precauciones, con excesivo respeto al error y el peso del juego en el medio campo, fueron los spurs los que más arriesgaron. De hecho en momentos puntuales el meta checo Petr
Cech sacó del apuro al Chelsea. Una falta lanzada por Christian
Eriksen al comienzo del duelo fue despedido por el larguero. Después, el portero centroeuropeo salvó a su equipo al responder a otro tiro del danés. También
Lloris se hizo notar. Sobre todo con un cabezazo de Gary
Cahill con pinta de gol.
Después llegó el tanto de Terry y el Tottenham se desmoronó. Ya no se rehizo el equipo de Pochettino, que careció de capacidad de reacción.
Cesc Fábregas pudo firmar el segundo de chilena pero Lloris desvió a córner su tiro. El centrocampista español entró en acción otra vez a continuación. Y fue determinante. Asistió a Diego
Costa, que se adentró en el área por la izquierda. Su disparo tocó en Kyle
Walker y descolocó a Lloris. Fue el segundo del Chelsea y la sentencia al partido. Nacer
Chadli pudo acortar distancias pero no se esperó el error de Branislav
Ivanovic y el balón rondó por la meta de Cech. El belga fue retirado después por Pochettino, que apostó por Roberto
Soldado en la búsqueda desesperada del gol. Antes recurrió a
Lamela. Nada le salió al preparador argentino ni a su equipo, resignado a contemplar el primer éxito del curso de su adversario.