Aleix da la talla para enfundarse la ´Roja´

En su presentación a finales de junio, Aleix Vidal realizó una apreciación que ha tardado menos de una temporada en transformarse en una realidad personal e indiscutible: "El Sevilla es un club grande que hace grande a los jugadores que no tenemos mucho nombre". Diez meses después, aquel futbolista que en verano aterrizó a la sombra de otras adquisiciones de mayor relumbrón, se erige en uno de los emblemas del arrollador equipo de Emery y personifica su espíritu combativo e incansable.

El de Valls, que aportó desde primera hora, brilla con luz propia a partir de su humildad y desarrollado concepto de trabajo colectivo, y empieza a acumular actuaciones determinantes en Nervión que le han otorgado protagonismo y trascendencia. Ya se exhibió ante Barça y Real Madrid, pero su noche mágica tenía que ser en la competición fetiche del Sevilla, en la ida de la semifinal contra la Fiorentina, en la que selló medio pasaporte para Varsovia con su doblete, el primero como profesional, y su asistencia en el tercero.

Una actuación espectacular ante los ojos de Vicente del Bosque, presente en el Sánchez Pizjuán para atender a las evoluciones de seleccionables como él. Y Aleix, que, con cinco goles y 11 asistencias, llevaba algún tiempo con el mismo nivel de selección que catapultó a Vitolo, no se lo pudo decir más claro, con argumentos contundentes sobre sus merecimientos para recibir el premio de vestir la elástica de la ´Roja´. Porque, además, destacó en la posición en la que tendría cabida en el combinado hispano, como lateral derecho, demarcación en la que compite con dos rivales que, a día de hoy, no se encuentran un escalón por encima del catalán. El atlético Juanfran, al igual que Aleix, es un extremo reconvertido a lateral mientras que el madridista Carvajal ha experimentado últimamente un bajón en su rendimiento, por lo que sería justo que Del Bosque pensara en Vidal para su próxima lista, en junio para los partidos contra Costa Rica y Bielorrusia.