Pese a que hasta cinco equipos descienden esta temporada en el
Grupo X, a falta de dos jornadas sólo dos plazas restan por cubrirse, y en ambas están implicados sendos conjuntos sevillanos:
Mairena y
Rociera. Los alcoreños, con los seis puntos sumados en las dos últimas jornadas, llegan al sprint final con opciones, al igual que los nazarenos, aunque éstos lo tienen un poco más complicado.
Uno y otro dependen de un encuentro clave:
Cádiz B-Arcos. Si los arcenses vencen, todo se habrá acabado. El
Mairena necesita que los visitantes, como mucho, sumen dos puntos en las dos jornadas, mientras que las opciones de permanencia de la Rociera pasan por dos derrotas del
Arcos. Blanquinegros y auriazules tienen el ‘goal average’ particular ganado al cuadro de
Queco Rosano.
No es una semana más en el
San Bartolomé y el
Miguel Román, donde se han encontrado con la sorpresa negativa de que el rival directo ha adelantado su partido al sábado (11:30 h). Es decir, maireneros y nazarenos podrían descender ese día. “Nos ha chocado mucho, porque se trata de una cita clave”, declara
José Carlos, segundo capitán del Mairena y uno de los hombres fuertes del vestuario.
“El otro día lo hablábamos. La Federación no lo ha unificado, y no es normal, pero no nos queda otra que esperar nuestra oportunidad”, señala el lateral zurdo alcoreño, que destaca el cambio de ánimo sufrido en las últimas semanas en el
vestuario: “El equipo necesitaba darse una alegría. La temporada está siendo demasiado dura; han ocurrido muchas cosas. Cada día era una sorpresa. Llegábamos al viernes y el entrenador no sabía con cuántos jugadores podía disponer; éramos ocho o nueve... y así es muy difícil”.
El polivalente futbolista blanquinegro reconoce que esta situación acabó por afectar al rendimiento deportivo. “No ha habido
estabilidad, y esto nos ha desconcentrado”, dice, añadiendo: “Pese a todo, vamos a seguir realizando nuestro trabajo y luchando hasta el final”.
La otra parte implicada es la
Rociera, y su brazalete lo porta
Marcos, que, al igual que
José Carlos, no entiende los distintos horarios de la penúltima jornada. “Es raro. Creíamos que serían unificados por lo que nos jugamos los tres, y que el
Arcos tenga la ventaja de jugar antes de nosotros me parece un poco extraño. Pero son cosas de la Fede
ración”, comenta el capitán nazareno con resignación, y que es consciente de la dificultad de mantenerse en
Tercera, aunque ni su equipo ni él tiran la toalla: “Sabemos que, mientras los puntos no digan lo contrario, tenemos opciones de salvarnos. Pocas, remotas, es verdad, porque el
Arcos, con un punto, sería inalcanzable. Pero hay que intentarlo, porque esto es fútbol y puede pasar de todo.”.
Marcos no habla desde el desconocimiento, ni mucho menos. Su amplia experiencia en equipos de superior categoría, como
Extremadura,
Cartagena o
Ponferradina, le hacen mantener esas dosis de optimismo necesaria para afrontar una complicada tarea. “El
Arcos juega contra el
Cádiz B, un filial que ya está descendido, pero que podría quedar más arriba en la tabla y optar, quizás, por ser repescado si hay opciones para ello. Esperemos que pueda conseguir los tres puntos. Está claro que nosotros tenemos esta semana dos partidos, uno el sábado y otro el domingo”, dice el auriazul, que admite que el del
Guadalcacín “es el más importante del año” para ellos: “Debemos ganar por lo civil o por lo criminal, aunque, en nuestras circunstancias, siendo humildes como somos, debemos salir a disfrutar, sin presión”. Si gana el
Arcos, a
Marcos le tocará dirigirse a sus compañeros antes del choque con el
Guadalcacín, y, ya descendidos, pedirles que sigan “compitiendo hasta el final”.