El fútbol es así. Lo que es una mala noticia para
Emery y aún peor para los lesionados
Aspas y
Gameiro es la mejor que podría recibir
Juan Muñoz, a quien los contratiempos físicos han abierto una puerta que el canterano sevillista lleva meses aporreando con fuerza.
El utrerano nunca podrá olvidar 2014, un año en el que se saltó categorías de dos en dos y en el que pasó del juvenil al primer equipo nervionense, asombrando a los técnicos, a la plantilla y a la afición con una temporada en la que firmó la friolera de
46 dianas. Ganó la Copa del Rey juvenil, fue ´
pichichi´ del División de Honor, contribuyó con goles a salvar al Sevilla Atlético del descenso a Tercera, y debutó con la selección sub 19, donde también exhibió su gran olfato.
Para poner el broche, fue reclutado para hacer la pretemporada con el primer equipo y, no contento con vivir esta impagable experiencia, se convirtió en el máximo anotador del verano con
tres tantos; ganándose así el derecho a ir convocado a Cardiff (Gales) para la final de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid. Ya esta temporada, tuvo minutos en Copa del Rey ante el Sabadell.
Lleva
ocho goles con el filial en lo que va de curso y sólo la feroz competencia entre Bacca, Aspas y Gameiro le privaban de jugar más con el Sevilla. Estuvo en el Bernabéu y no jugó, debutó en Primera en Getafe y, en las próximas semanas, tendrá el protagonismo que se merece.