A lo largo de la historia, muchas han sido las mentes privilegiadas que se han visto perseguidas por ir en contra de lo establecido. Auténticos incomprendidos como Copérnico o Galileo Galilei a los que, en bastantes ocasiones, incluso, les costó la vida. Una verdadera inquisición que hoy día sigue presente en el balompié español, donde prima más el atleta de carrera fácil y choque que el mago. Esa furia española que poco tiene que ver con figuras como Ganso. Un verdadero artista con ojos en la nuca que, como hiciera ante el Getafe para darle la victoria a los suyos, volvió a demostrar que no es un futbolista corriente. Dos asistencias de tacón que pusieron de gol a Correa y Luis Muriel, respectivamente, y una búsqueda del gol que le llevó a estrellar, incluso, un balón en el poste. Una actuación estelar, envidiable... Ante un rival de menor entidad, sí, pero con un brillo que ninguno de sus compañeros pudo emular. Arte sobre el tapiz que Berizzo no puede seguir desaprovechando.
Alejandro Sáez
