El intercambio le es suficiente

El duelo copero de ayer en Cádiz sirvió para que el técnico cántabro Quique Setién le diera minutos a la segunda unidad; una fórmula con la que intentar enchufar a los menos habituales y, de camino, buscar alternativas de cara a las exigencias que se le puedan presentar en su camino a lo largo de la temporada. Setién, fiel a su 4-1-4-1 que ya se ha convertido en habitual desde que aterrizara en Heliópolis, apoyó su dibujo sobre Javi García, quien volvió a ser el pivote verdiblanco. Un Betis que, de inicio, salió con Boudebouz por la izquierda y Nahuel por la derecha, algo que el cántabro alternaría durante la segunda mitad. Posiciones al margen, lo que sí quedó claro con la primera titularidad del franco-argelino como bético es que el cuerpo técnico verdiblanco apuesta por él en banda, desde donde intentó entrar un poco hacia dentro. Un Boudebouz que derrochó calidad, pero que también perdió demasiados balones, manifestando que aún necesita ajustarse al fútbol de Setién. Junto a ello, cabe reseñar que el intercambio de golpes que propone el Betis actual, ese que fue tan criticado ante el Valencia, por ejemplo, es suficiente para imponerse a equipos teóricamente inferiores, como es el Cádiz sobre el papel. Un conjunto amarillo, que, sin embargo, no se lo puso fácil, presionando muy arriba y metiendo balones a la espalda de la defensa durante la primera mitad. En la segunda, con la salida de Álvaro García, los gaditanos multiplicaron su peligro, lo que, sin embargo, no impidió que el Betis gozara del 70% de posesión. Con su atrevimiento y la calidad de los suyos, ya hay mucho ganado.