Pese a las diversas cábalas que presentaba el reto de suplir al sancionado
Marc Bartra, quien no se había perdido ningún partido desde que arribó a Heliópolis el pasado mercado invernal, propiciando con ello una mayor solidez defensiva del equipo,
Quique Setién acabó optando por contar con
Junior Firpo como central en una línea de tres en la que
Amat haría de eje.
El cántabro, por tanto, reservaría la banda izquierda para
Durmisi, quien volvía ayer al once.
Javi García, que se postulaba como una de las alternativas para cubrir la baja de Bartra, partió por la zona ancha, junto a
Fabián, siendo la banda derecha para
Barragán y jugando en la punta de lanza
Sanabria.
Joaquín y un inspirado
Boudebouz apuntalarían el ataque partiendo desde dentro ante un
Málaga ya descendido que, sin presión, quiso jugarle de tú a tú. Un plan rival que propició la incomodidad verdiblanca, especialmente en campo propio.
El
Málaga apretó mucho, propiciando numerosas imprecisiones en el pase de los de
Setién, que echaron de menos una falta de intensidad que el técnico cántabro, tras el descanso, intentó solucionar dándole entrada en el campo a
Loren,
Tello y
Guardado. Un partido atascado que los béticos controlaron mejor durante la segunda mitad, algo en lo que, junto a los cambios, influyó también el cansancio de los de
José González.
Con el marcador a favor, gracias al tanto del canterano
Fabián Ruiz, los verdiblancos se encargaron de intentar controlar el partido y defender el resultado a favor, válido para asegurar hoy que el
Betis jugará en
Europa la próxima temporada.