Opinión

Una hostia a tiempo

Alejandro SáezAlejandro Sáez
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3 min lectura
Dice Mike Tyson, que si de algo entiende es de soltar mamporros, que "todo el mundo tiene un plan hasta que le cae la primera hostia". Una pura analogía de la vida que ni el sevillano Gustavo Adolfo Bécquer podría haber argumentado mejor. Quizá más fino, con rima, pero no mejor.

Eso, precisamente eso, es lo que le ocurrió al Sevilla FC de Julen Lopetegui este pasado domingo, frente al Barcelona en el Sánchez-Pizjuán. Algo que Joan Jordán, al que da gusto escucharlo hablar de fútbol -todo sea dicho- explicó como una "falta de convencimiento" por parte del plantel sevillista: "No hemos hecho lo que queríamos hacer".

Y es que no hay más... El Barcelona fue superior. El Sevilla FC apenas mandó en el partido. Se jugó, prácticamente, a lo que el Barça quiso jugar. Es decir, una hostia a tiempo, que diría el erudito Tyson.

El de este sábado, si había que perder alguno, era el encuentro en el que se tenía que dar el resbalón. Justo cuando desde la capital de España se estaba comenzando a cargar al equipo de la presión de ser un aspirante real a luchar por el título de LaLiga. Un sueño, un anhelo; sí... Pero no una obligación.

Hay quien la derrota se la achaca al entrenador. Un Julen Lopetegui que no ha parado de callar bocas desde que llegó, pero que no requiere ni la más mínima equivocación para volver a recibir golpes. Quizá, sí... Pudo o tuvo mucho que ver.

O no. Y simplemente es cuestión de dinero. De esos presupuestos que tanto habla Monchi. Un dato: sólo cinco derrotas en cuatro meses; todas contra clubes que lo superan en presupuesto. En LaLiga: Real Madrid, Atlético y Barcelona; en Champions, Chelsea y Dortmund.

Lo dicho, una hostia a tiempo. Ahora llega el momento de defender la renta en Copa para meterse nuevamente en una final y poco después intentar darle la vuelta a la eliminatoria europea en Dortmund. La obligación de ganar LaLiga, para otros.
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