El análisis del Athletic-Sevilla

Sin veneno, no hay verificación

Álvaro PalomoÁlvaro Palomo
Seguir
2 min lectura
Sin veneno, no hay verificación
Jesús Navas, en un lance del partido con Balenziaga. - Álvaro Palomo
Al proyecto de Berizzo todavía le resta el veneno necesario para imponerse en escenarios donde se prueba su verdadera fiabilidad. Ese caráter que se demanda para habitar en la cima de la clasificacióbn sin titubeos o ese plus que impida atisbar sus debilidades.

Su Sevilla no acaba de consagrarse porque no le brota la maldad que exigen estadios como el Wanda o San Mamés, en los que la inocencia en el área rival o cualquier desconexión en la retaguardia se paga con derrota. Ayer sufrió la segunda de esta temporada en su segundo desplazamiento de envergadura, con un guion con cierto parecido tanto en cuanto la mejor versión la ofreció en la primera parte para desaparecer tras el 1-0. Porque después de un inicio pausado en su ritmo, el Sevilla se adueñó del choque y amplió el campo con una acertada utilización de las bandas con el 'Mudo' como armador.

El talento del argentino generó espacios por las bandas que maximizó el Sevilla pero que no supo rentabilizar en los últimos metros, donde careció de 'punch' para superar a un Kepa inspirado. Perdonó arriba y concedió atrás en una acción aislada de los 'leones' que decidió el encuentro. Kjaer ha llegado cargado de minutos de su selección y que no existan alternativas menoscaba la solidez exhibida en el arranque liguero.

El 1-0 destapó otra carecia inquietante, pues ni en el césped, en el que Banega es vital, ni en el banquillo se encontraron soluciones para revertir la situación. El Sevilla se desvaneció y los cambios de Berizzo sólo sirvieron para acumular futbolistas ofensivos cuando el problema radicaba en la generación de juego.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram