Ni 1-0 ni 4-3

Antonio José MedinaAntonio José Medina
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Ni 1-0 ni 4-3
- Antonio J. Medina
El debate se abrió con el primer partido y tras once encuentros de Liga, siete de Europa League, dieciocho cambios de alineación, muchos lesionados, variaciones tácticos, diferentes sistemas... sigue abierto. Entre tanto, no se veía un Sevilla tan frágil desde hace 55 años al tiempo que su potencial ofensivo recuerda al de sus mejores años con Juande Ramos y con Kanouté y Luis Fabiano como protagonistas. La respuesta la dio no hace mucho Emery. “Prefiero ganar 4-3 a 1-0”, dijo el guipuzcoano, quien sigue sin saber quién le ha creado la fama de defensivo con la que llegó a Sevilla. Un concepto que también reforzó después Monchi casi calcando sus palabras.

La pregunta es ¿qué prefiere, ganar 1-0 ó 4-3? Al sevillista le da igual, lo que quiere es que su equipo gane. A partir de ahí, lo demás no importa. No le importa quedar 7-3 o 4-0, siempre que sea a favor. No le importa sufrir como ante Osasuna o Almería si al final la alegría se queda en Nervión. Puede que le importe el juego que despliegue su equipo, si tiene claros los conceptos, si se rompe o no en determinadas situaciones, cómo se repliega, cómo resuelve las situaciones cuando el contrario le da la pelota... Pero todo eso queda en un segundo plano si al final gana. Por eso, pese a las muchas deficiencias que todos detectamos, a que seguimos sin saber qué tecla es la que aún no ha encontrado Emery y a que este equipo está en cabeza de algunos de los récords negativos de la Liga, habría que seguir dándole un margen de confianza. Con todo ello, de los ocho últimos partidos ha perdido uno; y en el Bernabéu, mientras ‘buscó’ ese 1-0 que no le gusta a Emery, es cuando más vulnerable se le vio. Aunque le metan siete, debe ser el que vimos luego.
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