Opinión

La magia es de Dani y Joaquín, pero sin Rubén no hay aplausos

Antonio José MedinaAntonio José Medina
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La magia es de Dani y Joaquín, pero sin Rubén no hay aplausos
- Antonio Medina
Los que le conocen no se extrañan, los que han llegado nuevos se asombran, los que llevan disfrutando con él las seis últimas temporadas lo celebran... Mientras, Rubén sigue pulverizando todos los récords. Tiene el de máximo goleador histórico del Betis, el de mejor inicio realizador en una temporada en Primera en el club verdiblanco, el de más partidos consecutivos marcando a domicilio... es el máximo goleador nacional en nuestro fútbol del último lustro. Todos lo ven menos Del Bosque. O más bien no lo vio, porque el canario se lo lleva mereciendo desde que regresó hace cinco años a Primera con el Betis y no ahora, cuando a sus 34 años y pese a su espectacular momento sólo pueden tirar de él para ´homenajearlo´. "Mis goles fueron todos en Primera", dijo Poli Rincón cuando lo superó el canario. Al paso que va, también le pasará (con 52, aún está a 26 tantos) como aquel Ferrari al que aludía Fernando Hierro hace unos años. Ayer batió una marca -la de jornadas seguidas marcando a domicilio- de otro mito del beticismo: Cardeñosa. Ha logrado algo que en las últimas campañas sólo han superado los intocables Messi y Ronaldo.

En Valencia apareció poco, la evidente mejoría bética llegó con Ceballos jugando donde pedía y quería -y donde mejor sabe- y con un Joaquín ofreciendo pinceladas de su gran clase. Ellos son la magia, pero sin Rubén no hay aplausos.
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