Orgulloso de su elección

Juanfran cuenta las horas para ponerse a las órdenes de Mel

Juanfran cuenta las horas para ponerse a las órdenes de Mel
El capitán del Real Madrid Castilla, Juanfran, demuestra sus ganas con este simpático gesto. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Prefiere no conceder entrevistas hasta que expire su temporada con el Castilla, lo que ocurrirá el próximo sábado, ya que el Real Madrid establece un férreo control de las apariciones públicas de sus futbolistas. Le interesa un adiós intachable también en el plano disciplinario. No en vano, es el capitán del segundo equipo blanco. Este último fin de semana, con todo, aprovechó su despedida de Valdebebas para hacer balance de toda una vida como merengue y no tuvo reparos en referirse al Betis como su destino, haciendo público un secreto a voces.

En privado, Juanfran se muestra exultante por su elección, más allá de que otros pretendientes más pudientes aparecieran a destiempo. Ni la materialización de los ´cantos de sirena´ desde la Premier y la Bundesliga han mermado su ilusión por desembarcar en Heliópolis. No sólo no se arrepiente de haber firmado tan rápido por el conjunto hispalense, sino que cuenta las horas para aparecer por Sevilla. El 3 de julio, el carrilero deberá pernoctar en su nueva ciudad, aunque ya planea unas vacaciones tempranas para adelantar la llegada y tener tiempo de buscar un hogar confortable para él y su mujer.

Su amigo y ex compañero de cantera Juan Carlos le ha contado más o menos lo que le espera en el Betis. En realidad, no ha hecho más que ponerle los dientes largos acerca del calor de la grada del Villamarín y de un vestuario sano, humilde y acogedor. Está seguro de que encajará. También se siente preparado para afrontar el mayor reto de su carrera deportiva, como ha definido esta aventura en su entorno más cercano. Es consciente de que hay muchas expectativas depositadas en él, por lo que promete darlo todo en el campo para responder a la confianza y demostrar que no se han equivocado esperándole un año.

Todavía no habló con Pepe Mel, al que vio de lejos en el Nuevo Colombino. Se alegra de saber que su nuevo míster le siguió en otros campos y en el Alfredo di Stéfano, donde firmó su mejor temporada. No sabe si le querrá como lateral o como interior, rol este último en el que se siente más cómodo, aunque no le importa. Brinda al grupo su versatilidad, que está casi a la altura de la emoción que siente por el reto.
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