El director deportivo bético habla sobre su vida

Stosic: "Prometí a mi madre que sería un jugador famoso"

Stosic: "Prometí a mi madre que sería un jugador famoso"
Vlada Stosic, posa sonriente delante del escudo del Real Betis Balompié. - D. Djordjevic
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En su entrevista más personal, concedida al diario serbio Vesti, recuerda su relación con el mundo del balompié, del que se enamoró siendo niño, que le hizo irse a Belgrado poco después y que, finalmente, le ha llevado a Heliópolis.

- ¿Viaja mucho a su ciudad natal, Vranje, para visitar a la familia?
- Mi familia lo es todo para mí, y tan pronto como me lo permiten los compromisos, voy a verles. Yo prefiero, si es posible, ir para la celebración de la Epifanía Eslava, que en mi barrio se celebra de una manera especial, con la gente bañándose en el río y una fiesta popular. Por supuesto, la Navidad y la Pascua también son especiales.

- ¿Qué suele hacer cuando va?
- Me gusta mucho la cocina y hacer platos típicos como el chutney o mermelada de ciruela. Además, me encanta el olor de los pimientos asados, el sabor de los tomates locales o el del queso hecho en casa.

- ¿Cuándo empezó a jugar?
- Ya de pequeño me encantaba y jugaba a la pelota todos los días. Empecé haciéndolo en el patio, con mis amigos. Desde el principio me defendía y, aunque era pequeño, recuerdo que los más viejos de Vranje venían a ver mis regates. No dejaba la pelota en ningún momento. De hecho, tenía un taburete en un rincón de mi habitación y me llevaba horas y horas intentando pasar el balón por debajo, como si hiciese carambolas jugando al billar. Además, como no me iba mal en los estudios, mis padres me apoyaron siempre y no les importaba que casi todo mi tiempo de ocio lo pasase con un balón en los pies.

- ¿Recuerda cuando, siendo un juvenil, se fijó en usted el Estrella Roja de Belgrado?
- Por supuesto. Llegué a casa y le dije a mis padres: "Me han llamado del Estrella Roja, me voy a Belgrado". Acababa de terminar el segundo año de la escuela secundaria. Yo era un estudiante excelente, tranquilo y tímido, pero el fútbol era mi obsesión. Mi madre fue a despedirme, con miedo de que no tuviese malas compañías ni cayese en los peligros de la gran ciudad. Ella comenzó a llorar y decidí consolarla diciéndole: "Madre, no llores, te haré caso y seré un famoso jugador de fútbol".

- ¿Se fue solo a Belgrado?
- Sí. Únicamente dejé que mis padres me acompañaran a la estación. Recuerdo la despedida de mi madre, entre lágrimas mientras agitaba su mano y me bendecía. Estaba decidido a aprovechar mi oportunidad siendo paciente y persistente, a pesar de que sólo era un niño.

- ¿Le visitaron sus padres?
- Por supuesto. Y nada más llegar preguntaron a mi casero cómo me estaba portando. Y cuando le dijeron que era el mejor inquilino que habían tenido allí, mi madre volvió a llorar emocionada, puesto que vio que seguía por el buen camino.

- ¿Le fue fácil ir abriéndose camino a partir de ahí?
- Sinceramente, creo que todo lo que he logrado ha sido gracias a mi talento. No fue fácil. Me enviaron primero al Majdanpek y después a Australia, al Rad y al Nis. Finalmente, regresé al Estrella Roja a lo grande, callando a todos aquellos que pensaban que me iba a ahogar en la mediocridad. Nunca me quejé a nadie, a pesar de que sufrí injusticias. Yo creía en mí mismo y en que ya llegaría mi oportunidad. Y así fue. Jugué con grandes estrellas, lo gané prácticamente todo y, finalmente, triunfé en España, donde además me gané el cariño de la afición del Betis.

- Y pese a vivir en Sevilla, ¿sigue teniendo presente sus raíces?
- Sin duda. De hecho, mis hijos saben desde muy pequeños de dónde viene su padre, cómo se crió y dónde lo hizo. Han estado en Vranje y hasta saben hablar en serbio sin necesidad de traductor. Igualmente, disfrutan muchísimo cuando ven a mis padres y juegan tanto con ellos como con los hijos de otros parientes, a los que tienen un tremendo cariño.

- ¿Cómo es su casa en Sevilla?
- Es hermosa y confortable, situada en las afueras. En ella echo de menos a mis padres, que se alegran de que haya tenido tanto éxito en la vida, puesto que ellos han luchado muchísimo. De hecho, mi madre se crio sin padres y mi padre fue desde pequeño el pilar de su casa. Por eso celebran que sus nietos vivan tan bien y no les falte nada.

- Ahora, en el Betis, es uno de los directores deportivos más exitosos de España...
- Después de pasar por el Estrella Roja, el club con el que he desarrollado un mayor vínculo afectivo ha sido con el Betis. En él viví grandes momentos durante mi carrera deportiva y formé parte de un equipo que marcó historia en la entidad. Después, en 2010, me ofrecieron la ´patata caliente´ de ser director deportivo de la entidad en Segunda, estando inmerso en un proceso judicial y en una difícil situación económica después de una anarquía casi total. Sinceramente, dudé si aceptar, pero no me arrepiento. Tengo vía libre para firmar o vender jugadores, así como también para evaluarlos. En cualquier caso, y pese a estar limitados por el presupuesto, he acertado a la hora de hacer fichajes y el club ha podido crecer mucho en poco tiempo.

- ¿Cómo lo ha podido hacer?
- No ha sido fácil. Me he rodeado de un equipo de cinco expertos que me ayudan y, en apenas dos años, hemos vuelto a Primera y entrado en Europa. Sin embargo, las finanzas nos obligan a seguir trabajando en la misma línea, sin grandes alardes, puesto que aún queda mucho para que el club se estabilice del todo tanto económica como deportivamente. De todas formas, no renunciamos a nada y esperamos lograr esta temporada una posición mejor que en la anterior. Hasta ahora, las cosas nos han ido bien pensando así y mi nombre es conocido y reconocido en España, ya que todos saben que soy el director deportivo, los jugadores confían en mí y saben que yo trabajo principalmente a su favor y por el beneficio del club.

- ¿Le gustaría tener relaciones mercantiles con el Estrella Roja?
- El Estrella Roja también será siempre mi club, pero no sólo yo estoy interesado en sus jugadores, sino toda la Primera división. Hay futbolistas interesantes, pero son caros. Yo fiché a Dusko Tosic, pero la cosa no salió demasiado bien. Sigo el mercado serbio, pero, ahora mismo, no podemos aspirar a hacer contrataciones en él.

- ¿Qué jugadores serbios de las grandes ligas le gustan más?
- Me parece muy interesante Rukavina, del Valladolid, pero también otros futbolistas que compiten en Segunda como Lekic o Scepovic del Sporting, a los que veo el día de mañana en la selección nacional.

- ¿Cómo ve el fútbol serbio?
- Serbia tiene muchos jugadores con talento y muy populares por toda Europa. Sin embargo, no tiene futbolistas ya hechos por los que los clubes gasten mucho dinero. Pero creo que el principal problema es que los equipos se dirigen desde la improvisación, por lo que se deberían profesionalizar a la mayor brevedad posible, empezando por los grandes: el Estrella Roja y el Partizán.

- Por último, ¿cómo ve a Djukic?
- Somos buenos amigos y lo conozco muy bien. Ha madurado como entrenador y es un hombre notable. Se merece estar en un club como el Valencia.
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