Aunque el Rijeka no pasa de ser un club modesto en el concierto europeo, en su historial continental figuran dos importantes goleadas que tuvieron como víctimas a clubes españoles. Ambas tuvieron lugar durante la campaña 84/85, cuando se cruzaron en su camino el
Valladolid y el Real Madrid.Curiosamente, las dos se produjeron sobre el césped del estadio
Kantrida, que vio primero caer al conjunto pucelano. Fue
el 3 de octubre de 1984, en la vuelta de la primera ronda de la UEFA. Entonces,
los blanquivioletas partían con una ventaja de 1-0 cosechada en el José Zorrilla, afrontando el segundo encuentro de la eliminatoria como un mero trámite. Sin embargo, fue entonces cuando el Rijeka acudió puntual a su cita con la historia. Un gol de
Fegic y otro de
Hrstic pusieron por delante a los balcánicos en el global en el minuto 24, aunque
Moré, en el 26´, volvió a allanar el camino para los castellanos. Apenas fue un espejismo, ya que de nuevo
Fegic y Desnica certificaron un 4-1 que daba el pase al conjunto croata, a quien
el bombo deparó un cruce en la siguiente ronda frente a todo un Real Madrid.La ida se disputó en el estadio Kantrida el 24 de octubre y en ella
los balcánicos firmaron una auténtica exhibición.
Fegic, otra vez por partida doble, y
Matrljan firmaron tres tantos que sólo encontraron resistencia en el tanto postrero de Isidro. Así, el duelo acabó con un 3-1 que, en cualquier caso,
el Madrid remontó de manera heroica en el Bernabéu, ganando 3-0.Sea como fuere, ambos duelos son todo un aviso a navegantes, demostrando que el ´infierno´ de Rijeka tiene un gran peligro para todos sus visitantes.
El Celta, único que venció en tierras croatasHasta el momento,
sólo un equipo español ha ganado a domicilio al Rijeka. Fue el Celta, que se impuso al cuadro croata sobre el césped del estadio Kantrida
durante la vuelta de la primera ronda de la Copa de la UEFA 99/00. Entonces, el choque en Balaídos acabó con empate a cero, por lo que los vigueses estaban obligados a vencer en territorio balcánico. Allí, en un choque duro y trabado, la escuadra celeste fue incapaz de romper el 0-0 inicial, marchándose a la prórroga. Allí,
un gol de Goran Djorovic en el minuto 112 certificó el 0-1 que daba el pase a los gallegos. Ahora, 14 años después de aquello, el Betis buscará seguir su ejemplo y, a ser posible, sufriendo menos.