El 15 de octubre de 2011 cayó gravemente lesionado en el Bernabéu
El nuevo Vadillo cumple dos años
David Díaz2 min lectura
Vadillo dejó de ser un niño y empezó a convertirse en un hombre el 15 de octubre de 2011, día en el que conoció la cara más amarga del fútbol: la de una grave lesión. Corría el minuto 17 de partido en el Santiago Bernabéu cuando su rodilla derecha se desmoronó tras una desafortunada pugna con Sergio Ramos y los diagnósticos confirmaron los peores presagios: una rotura del ligamento cruzado anterior.
Así las cosas, con sólo 17 años, se vio obligado a empezar de cero. Los médicos estimaron un periodo de baja de seis meses, pero acortó los plazos y consiguió reaparecer en cinco. Lo hizo con el filial en un Betis B-Jaén y con un aspecto renovado, pues durante su convalecencia no sólo se sometió a una pequeña operación de cirugía estética, sino que ganó musculatura en el gimnasio y también cambió de ‘look’.
Con todo, su vuelta a los terrenos de juego no fue como llegar y besar el santo. De hecho, le costó recuperar la punta de velocidad y los movimientos que le caracterizaban debido a su nueva constitución física. Aun así, Pepe Mel le invitó a hacer la pretemporada con el primer equipo, donde quedó patente que aún no era el que fue. Por eso volvió al filial y alternando buenas y discretas actuaciones se ganó otra oportunidad que no desaprovechó. Fue en un Betis-Valladolid de Copa del Rey cuando Vadillo recuperó por fin su estatus, pero aún tiene pendiente la tarea más importante: explotar.