En el mundo del fútbol, el tiempo, además de volar, importa. No es lo mismo tener una plantilla completamente diseñada antes de iniciar la
pretemporada, que realizar el grueso de contrataciones en los últimos días de mercado, pues está más que probado que un equipo nuevo precisa de un periodo de adaptación. Con todo, la
premura no es
garantía de
éxito y el
Betis de la 2013/2014 puede dar fe de ello.
Y es que el año pasado por estas mismas fechas, el club heliopolitano, a diferencia de éste, sí tenía un director deportivo,
Vlada Stosic, que precisamente atravesaba su mejor momento en el cargo tras haber colaborado activamente en la clasificación europea con los fichajes de
Joel Campbell, Dorlan Pabón, etc.
También contaba con un entrenador respetado por todos,
Pepe Mel, que aun teniendo contrato en vigor, estaba a punto de ampliar su vínculo hasta 2017. A la estabilidad en el organigrama técnico se unía una planificación deportiva muy avanzada. Tanto es así que a principios de junio el
Betis ya tenía atados a cinco futbolistas
(Andersen, Juanfran, Lolo Reyes, Cedrick y Chuli), que fueron presentados progresivamente antes de que terminara el mes.
En resumidas cuentas, el proyecto estaba más que perfilado a falta de dos meses y medio para el comienzo de la competición, una previsión que no se tradujo en resultados. De hecho, el
Betis terminó firmando una de las peores temporadas de su centenaria historia.
En la actualidad, y a falta de la llegada del director deportivo y del entrenador, todas las miradas apuntan a
Alexis Trujillo. El canario es consciente de que tiene mucho trabajo por delante y debe empezar a tomar decisiones ya, pero está sopesando cada una de ellas con sumo cuidado. No quiere ser el más rápido, sino el más eficiente.