El año I después de un descenso nunca fue fácil. Ya se sabe que a perro flaco todos son pulgas y huelga señalar que la responsabilidad de coger a un equipo justo después de haber bajado al infierno es una papeleta siempre complicada. Además, en el caso del
Betis, los
precedentes no son nada halagüeños en este sentido pues ningún
entrenador sobrevivió al banquillo en el primer intento de regresar a Primera tras un descenso.
Así, en la historia verdiblanca se contabilizan once
descensos a Segunda división, once ´annus horribilis´ de infausto recuerdo (1940, 1943, 1966, 1968, 1973, 1978, 1989, 1991, 2000, 2009 y 2014) cuyo legado siempre tuvo como denominador común una víctima: el entrenador que intentó llevar al equipo nuevamente a Primera inmediatamente después de haber descendido.
Echando la vista al pasado reciente heliopolitano, no hace falta viajar muy atrás en el tiempo para reconocer a las primeras
víctimas de esta
maldición.
En la temporada
78/79, fue José Luis García Traid quien asumió el mando de la nave. Empezó fenomenal, pero el equipo se le fue desmoronando con el paso de las jornadas hasta que una dura derrota en La Rosaleda (3-0) fue su sentencia final un 7 de abril de 1979. Tuvo que ser León Lasa, que dirigió al equipo en los últimos diez partidos del curso, quien ascendió a Primera.
En la
89/90, Juan Corbacho aguantó en el banquillo hasta casi el final de la temporada, pero tampoco fue él quien firmó el ascenso. Su sustituto, Julio Cardeñosa, fue quien se llevó la gloria tras dirigir al equipo tan sólo en las últimas seis jornadas.
Después llegó la dura travesía por el desierto en la década de los 90. Hasta seis inquilinos pasaron por el banquillo de Heliópolis para lograr retornar a Primera en Burgos en el año
2000. Jarabinsky, Felipe Mesones, Jorge D´ Alessandro, José Ramón Esnaola, Sergio Kresic y Lorenzo Serra Ferrer.
El pasado más recienteUna historia similar ocurrió en
2001, justo después del antepenúltimo descenso. Fernando Vázquez tampoco logró terminar el curso pues Lopera decidió prescindir de sus servicios a falta de 13 jornadas para el final. Fue Luis del Sol quien se hizo cargo del equipo entonces.
Y en el último precedente, en
2009, no hace falta tener mucha memoria para recordar que Antonio Tapia sólo estuvo media temporada en el banco. Tras él, llegaron Víctor Fernández y después Pepe Mel, el último entrenador que ascendió al Betis.
Ahora le toca a
Velázquez, que tendrá la oportunidad de romper una maldición que se remonta a tiempos inmemoriales.