Adaptado ya a su nuevo rol dentro de la dirección deportiva,
Alexis Trujillo encara un par de semanas decisivas en la planificación del equipo para la temporada 2014/2015, tiempo que le separa de la vuelta al trabajo de la plantilla, prevista para el próximo 13 de julio.
Una quincena en la que deben producirse bastantes movimientos tanto de salidas como de entradas, pero también para asegurar la continuidad de piezas clave del proyecto.
Tal es el caso de
Rubén Castro, con el que
Alexis Trujillo ya se ha sentado a negociar, en una primera toma de contacto, la ampliación y adecuación de su contrato, que expira en 2015. El descenso ha rebajado su ficha y la del resto de sus compañeros casi hasta la mitad, algo que ha molestado especialmente a la estrella del equipo, por la que el club está dispuesto a hacer un esfuerzo.
En la primera reunión no se alcanzó ningún acuerdo, previsible, por otra parte, pero ambas partes expusieron sus pretensiones.El futbolista quiere que le garanticen tres años más de contrato (2017) sin condicionantes. Esto es, que no se supedite su renovación ni a la categoría en la que juegue el equipo, ni al número de partidos que juegue, ni siquiera a los goles que marque cada temporada. En el club temen que firmar un contrato de este tipo le sirva al jugador, que no hay que olvidar que hace unos días cumplió 32 años, como excusa para relajar su rendimiento, por lo que le han ofrecido los tres años que pide; ahora bien, su salario dependerá de los objetivos que consiga tanto colectivos como individuales.
Es esto, precisamente, lo que no convence al delantero, que está abierto a escuchar ofertas de otros equipos. En los próximos días se retomarán las conversaciones, pero el acuerdo se antoja complicado con posturas tan distantes.
No es el único caso en el que
Alexis tendrá que emplearse a fondo este verano. La estrategia de la dirección deportiva basada en esta fórmula de los contratos por objetivos puede suponer algún que otro quebradero de cabeza para el máximo responsable de los fichajes, que busca conformar una plantilla con gente comprometida y ambiciosa a la que premiará en función de su rendimiento. Primas y pluses incrementarán la ficha de los jugadores en función de las metas alcanzadas a nivel individual y colectivo. La consecución del ascenso generaría, obviamente, los mayores incentivos, llegando incluso a doblar la ficha de mucho de ellos.
Este mecanismo, no obstante, cuenta con detractores como
Rubén Castro, un futbolista en busca del último gran contrato de su carrera.
Isabel Morales3 min lectura