El domingo se enfrentan el técnico más joven y el más veterano de segunda

Velázquez-Herrera: Un duelo de candidatos y también de generaciones

Julio Velázquez, que acaba de cumplir 33 años, tratará de superar en la tabla a Paco Herrera, que celebrará los 61 a principios de diciembre, un antagonismo que también se refleja en los estilos de juego que propugnan ambos

Velázquez-Herrera: Un duelo de candidatos y también de generaciones
Velázquez, entrenador mas joven de la Liga Adelante - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
El dato, por encima de la mera anécdota, no deja de ser curioso. Y es que el domingo a mediodía miden sus fuerzas en el Benito Villamarín dos de los principales candidatos al ascenso a Primera, pero también los técnicos que marcan ambos extremos en la categoría. De un lado, el anfitrión, Julio Velázquez, es el más joven de la categoría. A sus 33 años recién cumplidos, el castellano-leonés afronta el mayor reto de su ya extensa carrera, pues apenas duró una vuelta en el primer equipo del Villarreal. Tras hacer que el Murcia rindiese al 120% y acariciase el salto a la elite, se ganó la confianza de Alexis Trujillo, por lo que ahora comanda la nave del indiscutible primer favorito en todas las quinielas para volver con los grandes.


Enfrente, Paco Herrera, el preparador más longevo de la División de Plata. No en vano, más de 28 años separan a uno y otro, pues el catalán cumplirá 61 el próximo 2 de diciembre. Por tanto, como quiera que el responsable isleño tiene prácticamente el doble de edad, no sería exagerado esgrimir aquello de que podría ser su padre. No tanto en el ideario deportivo, ya que, visto lo visto, no sólo se enfrentarán dos generaciones de entrenadores, sino también dos maneras bastante diferentes de entender el balompié.


De esta forma, Velázquez aboga por un fútbol más físico, con presión alta de sus hombres para robar rápido y pasar más tiempo en campo ajeno. Consciente de que con Rubén Castro, Jorge Molina, Enzo Rennella, Álvaro Cejudo, Foued Kadir o Dani Pacheco muy mal se le tiene que dar para no ganar un intercambio de golpes, el Betis renuncia en cierta manera a la creatividad en la medular para fortalecer el doble pivote con dos hombres de contención, capaces de equilibrar la osadía y verticalidad de los ya mencionados, amén de cubrir las espaldas a los laterales, a los que se exige profundidad y colaboración en labores ofensivas. Los partidos de los verdiblancos son de ida y vuelta, al tiempo que rara vez los de Velázquez dominan la posesión, pues prima la velocidad en la transición y la estrategia como recursos para imponerse.


Por el contrario, como ya demostró en el Celta, Herrera prefiere ganar con el balón. O, en otras palabras: entiende que será más fácil lograrlo cuando dominas al contrario. Las Palmas es un equipo combinativo hasta la saciedad, en parte porque la veteranía de hombres como Nauzet Alemán, Momo o Valerón les resta capacidad de sorpresa, por lo que exprimen su fuerte: golpeo, desmarque y calidad. A veces, el 1-4-3-3 se transforma en el 1-4-2-3-1 que también predomina en el Betis de Velázquez, aunque los auriazules apenas traicionan su catálogo de virtudes con algún que otro balón en largo desde la zaga para que su estrella, Sergio Araujo, desborde con su fenomenal sprint y su facilidad para disparar con ambas piernas.
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