Dio en Butarque una lección de garra y amor a los colores

El ejemplo de compromiso en el Betis lo pone el último en llegar

El joven futbolista utrerano no sólo se ofreció constamente para intentar asociarse y generar juego, sino que destacó en la pelea y en la lucha y fue el que más balones recuperó (nueve).

El ejemplo de compromiso en el Betis lo pone el último en llegar
Ceballos, la única noticia positiva en el Betis. - REDACCIÓN
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Es Julio Velázquez, como máximo responsable del Betis, el centro de todas las críticas y la ira de los aficionados. No obstante, a nadie se le escapa que en los últimos partidos está siendo muy difícil destacar a un futbolista del conjunto verdiblanco. Con la mayoría de los integrantes del plantel rindiendo muy debajo de lo que cabe esperar, el mayor ejemplo de intensidad, de compromiso y de respeto a las trece barras y al escudo que lucen en el pecho es el último en llegar y el más inexperto, el canterano Dani Ceballos.

Titular en los dos últimos partidos, cuando más fuerte arrecia la tormenta que amenaza con arrasar Heliópolis, el utrerano ha dado la cara. En primer lugar, luciendo sus prometedoras cualidades, sirviendo de apoyo a unos extremos obligados a hacer la guerra por su cuenta, pidiendo sin miedo el balón para tratar de darle dinamismo al juego e intentando asociarse y surtir de balones a los delanteros.

No obstante, además de asumir todas estas funciones y tanta responsabilidad pese a su juventud, los aspectos que más elogios les están granjeando al canterano es el pundonor y el compromiso que ha demostrado tanto ante el Lugo y el Leganés. En Butarque, Dani Ceballos se convirtió en el jugador del Betis que más balones recuperó, con un total de nueve, dos más que Álex Martínez y Matilla (siete), tres más que Lolo Reyes (seis) y los mismos que los dos centrales juntos (Jordi Figueras, cinco, y Bruno, cuatro).

Para brillar en la resta, el joven futbolista no dudó en lanzarse al suelo y no huyó nunca de la pelea con los rivales. En definitiva, en medio de la peor versión del Betis en años, surge toda una exhibición de garra que bien convendría que fuese contagiosa.
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