El análisis del Betis-Barça

Más dignidad que oposición

Más dignidad que oposición
Sin noticias béticas en ataque. - Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 2 min lectura
El resultado sugiere una oposición férrea que no existió en la realidad. El Betis resistió con dignidad, sí, pero siempre existió la sensación de que a poco que apretara un Barça muy alejado de su versión arrolladora se llevaría el partido. Y ni siquiera lo necesitó, ya que Westermann, con su expulsión a los 35 minutos y el error de Adán en el 0-1, le facilitaron una tarea que completó sin grandes esfuerzos.

El Betis sólo rebasó la línea del mero frontón en el arranque, con una presión iniciada en el centro del campo, lo que le permitió recuperar y avisar a la contra, en lo que fue, prácticamente, su único testimonio en los aledaños de Bravo. Pronto protagonizó un paso atrás y, con las líneas juntas y coberturas decentes, se dedicó exclusivamente a neutralizar las ideas de un líder justo de chispa cuando pisaba al área. La segunda amarilla del alemán obligó a Merino a retrasar a Cejudo y desplazar a banda a Joaquín, lo que le encerró más si cabe y condenó a una resistencia demasiado larga en la que no respiraba ni un ápice de aire por la inexistencia de arrancadas en ataque.

Con diez mantuvo el tipo hasta el descanso, pero un fallo estrepitoso en una acción sin aparente peligro sepultó cualquier posibilidad de menoscabar al Barcelona, ya que, al margen de su tímida advertencia en el comienzo, el Betis en ningún momento evidenció capacidad para circular o romper la contención del Barcelona con una salida rápida. Ceballos naufragó desde la banda. Joaquín se agotó demasiado pronto. Y a Rubén ni siquiera le llegó el esférico. Entonces, por el peso de la inercia, llegó el segundo. Lo esperado con este guion.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram