Aún no se ha sentado en su nuevo sillón y a
Miguel Torrecilla ya le esperan para ir tratando asuntos concernientes a la planificación deportiva.
De sus conversaciones con la directiva verdiblanca y de las conclusiones que él mismo ha podido sacar analizando la plantilla bética, el flamante nuevo director deportivo ha podido comprobar el trabajo que tiene por delante. Desde la contratación del entrenador, si bien parece que aquí sí que ha adelantado terreno con
Quique Setién, hasta la confección de un plantel al que hacen falta importantes retoques.
Los distintos agentes también aguardan al nuevo inquilino del despacho en teoría más importante del Benito Villamarín. Desde hace semanas, el vacío de poder en este apartado ha impedido una comunicación normal con esta parcela del club y ahora ya saben a quién dirigirse.
Torrecilla es bien conocido por su paso por el
Celta, un club al que ha dotado de una personalidad que ahora tratará de exportar al
Betis consciente también de las peculiaridades de uno y otro sitio.
De momento, tendrá un tiempo para hacerse a su nuevo puesto antes de empezar a recibir ofrecimientos, que los habrá, en las próximas semanas. Hay posiciones, como el centro de la defensa o la delantera, que se da por descontado que se van a reforzar y ya hay muchas opciones pendientes de ser enviadas al salmantino. Es el caso, por ejemplo, de
Pione Sisto, un jugador al que
Torrecilla conoce bien de su paso por el
Celta, ya que quiso ficharlo en el pasado mercado invernal, aunque el elevado precio del traspaso hizo que se decantara por Beauvue, un jugador al que seguía desde hacía tiempo para el conjunto vigués.
Torrecilla deja un proyecto de siete años en el
Celta que le ha convertido en uno de los directores deportivos de moda y ahora arranca una etapa en la que querrá llevar al Betis donde merece.
Enrique García2 min lectura