Musonda ha sido ofrecido a la Roma para abaratar el fichaje del también belga Nainggolan

Haro, en Londres por Charly Musonda

Haro, en Londres por Charly Musonda
El Betis trabaja duro para lograr una nueva cesión de Musonda. - E. G.
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
Prolongar la cesión de Charly Musonda es una de las prioridades del Betis y en la entidad saben que cuanto más tiempo pasa, más complicado es retener a un futbolista que ha aprovechado el escaparate que ha supuesto su primera experiencia al primer nivel del fútbol europeo.

Desde el final del curso pasado, en la planta noble del Villamarín no han parado de realizar gestiones para garantizar la continuidad del extremo. Macià, el hombre que lo trajo, incluso negoció un segundo año de cesión, aunque finalmente todo quedó en una declaración de intenciones y un compromiso moral si todas las partes estaban de acuerdo en continuar.

Sin embargo, en los últimos días la sensación es que la única parte satisfecha con la cesión es el Betis. El Chelsea ha visto el filón que supone un jugador de su calidad, el futbolista ha recibido llamadas de clubes importantes y el Betis se ha movido rápido para intentar cerrar lo antes posible una nueva cesión de una temporada.

Hasta el punto de que Ángel Haro se ha desplazado a Londres para agilizar las gestiones personalmente y tratar de convencer al Chelsea, que sería el principal escollo en la operación.

El conjunto 'blue' ha empezado a incluir el nombre de Musonda en las negociaciones de algunos fichajes, como el de Nainggolan, centrocampista de la Roma por el que habría ofertado 42 kilos más el internacional sub 21 belga.

También la palabra de Antonio Conte cuenta. El nuevo técnico de los del Bridge tiene que dar el visto bueno a lo que ocurra en los despachos que tenga que ver con la confección de la plantilla y ahora mismo se encuentra preparando la Eurocopa de Francia en la que dirigirá a Italia. En el Betis no quieren esperar a que termine el evento en Francia y esperan solucionar pronto una cuestión que no sólo preocupa a la directiva, sino que tiene en vilo a la afición.
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