La cuenta atrás se acerca al final. Desde
Heliópolis ya han anunciado el calendario que marcará la construcción del nuevo
Gol Sur, que se iniciará a finales de este mes con la demolición del mismo. Pero con la realización de uno de los proyectos estrella de
Haro y Catalán, al mismo tiempo, se dice también adiós a un pedacito de la historia verdiblanca.
No en vano, el actual graderío de la calle Iguazú es el más antiguo de un estadio que se construyó en 1928, aunque los destrozos provocados por la Guerra Civil obligaron a remodelarlo casi en su totalidad, por lo que fue de nuevo inaugurado en 1939, cuando el Betis ya era su único arrendatario.
No fue hasta 1961 cuando el recinto pasó a ser propiedad del club de
Heliópolis, procediéndose al derribo total de los Goles entre 1971 y 1973, mientras que la zona de Preferencia y el Voladizo se remodelaron, junto a la antigua grada de Fondo, entre 1975 y 1981.
Muchas han sido las historias vividas por miles de aficionados en estos 44 años de
Gol Sur, pero el club ha decidido apostar fuerte por unas instalaciones más modernas con el consiguiente esfuerzo económico, que no afectará a la confección de plantilla.
El gran objetivo de los rectores béticos es aumentar la capacidad del Villamarín para elevar los ingresos por taquilla, algo que conseguirán convirtiendo el recinto de
La Palmera en el cuarto estadio con más capacidad de España, sólo por detrás del Camp Nou, el Santiago Bernabéu y La Cartuja. Así, el Gol Sur pasará de tener 8.500 localidades a unas 14.700, por lo que el aforo general ascenderá a 57.000 espectadores. Además, se construirán locales para zonas comerciales y de restauración por todo el estadio, zonas VIP y unos accesos más modernos.