Este jueves a las 21:00 horas

Un amistoso de altura y con historia

Un amistoso de altura y con historia
El séptimo amistoso verdiblanco, lleno de historia - J. J. F. S.
José JoaquínJosé Joaquín6 min lectura
Este jueves, a partir de las 21:00 horas, el Betis disputará su séptimo amistoso de la pretemporada. Tras medirse a El Palo, Balompédica Linense, Middlesbrough, Fulham, Werder Bremen y Everton, el conjunto que adiestra Gustavo Poyet intentará mantener su racha como invicto frente al Sporting de Portugal, al que se medirá sobre el césped del Estadio del Algarve de Faro.

Un choque que tendrá su principal aliciente en los posibles de debuts como heliopolitanos de Manu Herrera y Zozulya, pero que también significará el regreso del club a la Copa Ibérica, un torneo amistoso en el que se ha convertido en un auténtico veterano. Tanto es así que ésta será la sexta edición del trofeo y la tercera que contará con la presencia de la escuadra de las trece barras, que, incluso, estuvo presente en su estreno.

Fue el 7 de julio de 1935, cuando el Betis, siendo vigente campeón de Liga, visitó al Oporto, que venía de ganar el campeonato luso, en el Campo do Ameal. Allí, los verdiblancos cayeron por 4-2. Pinga, con un ‘hat trick’, y Pocas, firmaron los goles portugueses, mientras que Caballero y Unamuno fueron los artilleros heliopolitanos en aquel torneo que no fue reconocido por ninguna de las dos Federaciones, pero que sí sentó las bases para otro que debió jugarse seis años después, en 1941.

Entonces, se ideó una competición en forma de liguilla en la que iban a participar los cuatro primeros clasificados de cada liga. Sin embargo, los problemas económicos del máximo organismo futbolístico luso provocaron su suspensión, haciendo que los cuatro representantes españoles (Atlético Aviación, Athletic, Valencia y Barcelona) tuvieran que conformarse jugando entre sí otro torneo denominado Copa del Presidente de la FEF, que también tuvo una historia rocambolesca.

No en vano, quedó pendiente de campeón durante seis años, ya que por diversas razones no se pudo disputar hasta el 14 de septiembre de 1947 un Atlético de Madrid (había cambiado su nombre pocos meses antes)-Valencia que era clave y que tras el 4-0 que reflejó su marcador dio el título al conjunto colchonero.

En cualquier caso, todo aquello hizo olvidar el intento de dar oficialidad a la Copa Ibérica, que pareció caer en el olvido durante más de 40 años. De hecho, no volvió a disputarse hasta 1983, bajo el auspicio de la FPF, que incluso aportó el trofeo, que acabó llevándose a doble partido el Benfica (campeón de la liga lusa) frente al Athletic (ganador de la competición española).

Curiosamente, ese mismo año, el Betis se proclamó subcampeón del Trofeo Ibérico (también lo fue en 1974), un torneo organizado por el Badajoz entre 1967 y 1986 que partía de la misma idea básica, ya que en la mayoría de sus ediciones incluía representación tanto española como lusa.

Pero, volviendo a la Copa Ibérica original, ésta experimentó un nuevo parón hasta 1991, cuando el Atlético (había ganado la Copa), también con ida y vuelta, se impuso al Benfica, que venía de volver a ganar su campeonato doméstico. Después de eso, de nuevo hubo otro vacío y se produjo la aparición de nuevos torneos similares.

Porque en Braga se organizó en 1999, 2000 y 2002 el Trofeu Ibérico, con pleno de victorias españolas (los dos primeros títulos fueron para el Deportivo y el último, para el Celta). Para entonces, la Copa Ibérica tuvo un regreso puntual en el año 2000, celebrándose en Lisboa, donde el Sporting de Portugal (campeón de la liga lusa) ganó a partido único a todo un Real Madrid que venía de haberse hecho con su séptima Champions.

Esa fue la última edición del trofeo sin presencia bética. Porque el 28 de julio de 2005, tras cinco años sin disputarse, la competición regresó en Ayamonte, donde la escuadra de las trece barras, tras llevarse su segunda Copa del Rey y a pocos días de disputar la previa de la Champions contra el Mónaco, cayó por 1-2 frente al Vitória de Setúbal, que se había hecho con la Taça de Portugal. Chaves y Nandinho fueron los goleadores lusos, mientras que Juanito fue el autor del tanto del conjunto heliopolitano.

Curiosamente, ese año también regresó de manera puntual el Trofeo Ibérico del Badajoz, con motivo del Centenario de la entidad pacense. En aquella edición, el Atlético se impuso en la final al Sporting de Portugal (3-1). Once años después, y en un nuevo retorno de este torneo, el conjunto luso también se quedó cerca de cantar victoria, ya que el Villarreal se lo impidió ganándole en los penaltis.

Eso fue el miércoles pasado. Ahora, ocho días después, los lusos intentarán desquitarse en Faro, buscando su segunda Copa Ibérica, tras la de 2000, frente a un Betis que espera que, por fin, a la tercera vaya la vencida, tras sus intentos fallidos de 1935 y 2005. Aunque lo verdaderamente importante para los de Poyet será dar la talla frente a un rival que quedó segundo en su liga y que disputará la Champions. Una prueba de altura y llena de historia.
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