El adiós de
Van der Vaart podría estar, ahora sí, muy cerca. Y el
Betis cruza los dedos para que la operación, que parece encauzada, no se rompa, si bien restan bastantes flecos que recortar todavía. Al menos, el holandés habría encontrado ya un acomodo a su gusto, pues, tras rechazar la aproximación (jugosa pero peligrosa) de un club qatarí y algún sondeo impreciso desde la pujante Superliga china, se ha decantado por el
Midtjylland, tercero de la última Alka Superligaen e inmerso en la previa de la Europa League.
Según medios holandeses y daneses, ya existiría un principio de acuerdo por dos temporadas a razón de unos
400.000 euros netos por cada una de ellas, con lo que 'VdV' conseguiría salvar el caché que le aseguraba su permanencia en Sevilla, por lo que solamente habría que negociar la
rescisión. Pero, al contrario de lo publicado estos días en el país nórdico, el Betis no exigirá una compensación por el traspaso, a sabiendas de que esta exigencia rompería seguramente el trato, cruzando los dedos para que el Midtjylland no se arrepienta y para que el mediapunta no se suba a la parra cuando le toque liquidar, pues tiene contrato en Heliópolis hasta 2018, con dos millones brutos todavía por percibir.
La apuesta en el MCH Arena es, con todo, seria. Así, aunque al principio los dirigentes de la entidad de Jutlandia descartaban por caro a Van der Vaart cuando el exmadridista se dejaba ver el pasado fin de semana durante el choque frente al Silkeborg, la ayuda de varios
patrocinadores del Midtjylland, dispuestos a incrementar su ayuda a cambio de la repercusión que otorgaría a la Liga de Dinamarca la presencia del aún bético. La idea de todas las partes sería cerrar los términos del acuerdo antes de que expire la semana, si bien en la planta noble del Benito Villamarín, donde pondrán facilidades para ahorrarse lo posible en su desvinculación, tienen las prisas justas.