Zozulia tiene el handicap del idioma

Una revolución que demanda paciencia

Una revolución que demanda paciencia
El argelino Aïssa Mandi, una de las diez caras nuevas del Betis en este mercado estival. - J. Julián Fernández S.
José JuliánJosé Julián3 min lectura
La dirección deportiva verdiblanca quería llevar a cabo este verano una auténtica revolución en la plantilla, prometiendo, al menos, diez fichajes. Una misión que Miguel Torrecilla ha cumplimentado a falta de una semana para que cierre el plazo y la firma de un defensa polivalente que complete definitivamente el equipo.

Sin embargo, las nuevas piezas del engranaje verdiblanco necesitan algo más de tiempo para encajar a la perfección. Y no sólo por significar prácticamente la mitad de los efectivos que tiene a su disposición Gustavo Poyet, sino por diversos condicionantes que habría que tener muy en cuenta. Por ejemplo, la experiencia que poseen los nuevos en la Primera división española.

Porque cinco de los recién llegados nunca habían jugado en la máxima categoría de nuestro balompié. De hecho, Zozulia aún sigue esperando su estreno, mientras que Durmisi, Mandi, Jonas Martin y Felipe Gutiérrez vivieron su debut en el Camp Nou. Todos ellos necesitan tiempo para aclimatarse a la velocidad, la exigencia y la competitividad que existen en LaLiga, que ya conocen de primera mano Musonda (17 choques), Sanabria (30), Manu Herrera (37) y Nahuel (39).

A ello, habría que unir también que las lesiones se han cebado este verano con los fichajes, actuando como lastre en la adaptación de tres de los nuevos. Porque Jonas Martin no ha parado de tener molestias durante todo el verano, algo que incluso se ha agravado merced a una rotura parcial del ligamento deltoideo del tobillo derecho que le mantendrá en el dique seco entre cuatro y cinco semanas. Igualmente, no hay que olvidar que las secuelas de una artroscopia provocaron que Felipe Gutiérrez comenzase a trabajar junto al grupo más tarde, detalle que todavía se nota en su forma física, igual que le ocurre a un Sanabria que apenas pudo intervenir en tres ‘bolos’ estivales por problemas en un hombro, lo que ha lastrado su aclimatación.

En el caso de Zozulia está el handicap del idioma y tener un perfil que, a priori, no parece demasiado compatible con el de Rubén Castro, que sigue siendo intocable.

Factores que no habría que pasar por alto al entrar a valorar un nuevo proyecto que, pese a su tropezón en Barcelona, no ha hecho más que echar a andar.
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