En la previa de la segunda jornada de
Liga, en la que el
Real Betis se enfrentaba al
Deportivo de la Coruña,
Gustavo Poyet mostró cierta preocupación por la posible salida de
Rubén Castro: “Yo quiero que se quede, no tengo dudas. Si se va a quedar, recemos para que no llegue nadie y ponga los millones que un jugador como él se merece. Cuento con él”, dijo el uruguayo. Ante ello,
Miguel Torrecilla, minutos antes del comienzo del duelo frente a los gallegos, fue tajante con esta cuestión: “No va a salir, bajo ningún concepto, porque es un jugador clave e importantísimo para nosotros”.
Ayer, durante la presentación de
Darko Brasanac, el director deportivo salmantino siguió en la misma línea, dando las razones de por qué el charrúa podría estar preocupado, además de reafirmarse en sus declaraciones del viernes pasado: “La reacción de
Gustavo Poyet es la de un entrenador que puede ver peligrar la salida de un jugador importante. Yo lo dejé muy claro el otro día a la televisión que emitía el partido y tampoco nunca hemos transmitido ninguna certeza al respecto de que se vaya a marchar. Es un jugador muy importante para el proyecto. Será uno de los jugadores que tengamos que estudiar la ampliación. Está todo tranquilo y no habrá ningún movimiento con Rubén”.
La situación del delantero canario no fue la única que trató el alto ejecutivo verdiblanco, quien dio por cerrada la vanguardia heliopolitana, a pesar de los distintos cuadros tanto de
Primera como de
Segunda división que se han interesado por
Álex Alegría, quien, a pesar de que
Poyet haya usado dos puntas en las dos primeras jornadas, no ha disfrutado de ningún minuto. “Sigue habiendo equipos que llaman para su cesión y a todos les decimos que no va a salir. Es otro de los jugadores que está dentro del estudio de ampliación de contrato”, sentenció el ex del
Celta, que cuenta con el extremeño.