Las múltiples opciones de Poyet

No lo tenía claro Gustavo Poyet en la rueda de prensa posterior a la dura derrota de su equipo por 1-6 ante el Real Madrid. Consciente de que tiene que cambiar algo, el técnico uruguayo, con el cúmulo de sensaciones tras el descalabro de su equipo frente a los de Zinedine Zidane, no atinó a decir si el sistema es lo que tiene que modificar para paliar el frustrante rumbo que ha tomado el equipo bajo su dirección: "Posiblemente, pero no lo quiero confirmar porque si no me estaría contradiciendo. Quiero tener un par de días, pero algo tengo que cambiar seguro, sea el sistema, los jugadores o el posicionamiento. Ya lo verán más adelante, seguro que hay algo que cambiar". Pasados ese par de días que el charrúa pedía para empezar a reflexionar sobre qué puede tocar de cara al partido de este viernes a las 20:45 h frente a Osasuna, ya le quedan poco más de 72 horas para afinar los movimientos con los que darle a la escuadra la impronta que busca desde que llegó al Benito Villamarín desde Grecia.

Convencido de las bondades del 1-4-3-3, el de Montevideo ha intentado adaptar sus recursos al sistema que más le llena. De las ocho jornadas disputadas, excepto en Barcelona, de una forma u otra, ha planteado una disposición con cuatro defensores, tres centrocampistas y tres atacantes (dos extremos y un delantero). De ahí surgió uno de los principales debates, el de Rubén Castro en banda. El canario ha marcado 4 goles esta temporada, dos en Barcelona, jugando en punta, y otros dos en Valencia, entrando desde el perfil zurdo. Sin embargo, los béticos no terminan de ver ahí al máximo goleador de la entidad, ni tampoco él, que acepta desenvolverse en esa zona por las circunstancias, pero que se encuentra mucho más cómodo en la delantera. Y eso es algo que se vio frente al Real Madrid, pues cuando se volvió del descanso el canario y Joaquín eran los jugadores más adelantados, traduciendo su juego en peligro para la defensa blanca. Entre ambos dieron la opción de que Cejudo marcara el gol del honor en la octava fecha. Con el ponteño en una banda y Zozulia en la otra, Jonas Martin y Petros se encargaron de la sala de máquinas, siendo ésta una variable que podría poner en práctica en El Sadar.

En principio, con la imperiosa necesidad que tiene el Betis de sumar de tres, quedaría descartada la opción que empezó a practicar en pretemporada, ante el Sporting de Portugal, del 1-5-3-2 que puso en liza en el Camp Nou y que sirvió de poco de cara a reforzar la faceta defensiva. Lo más lógico, es que el ex del AEK de Atenas opte por situar a dos delanteros, por lo que, si no se producen bajas durante las sesiones de entrenamiento previas, Álex Alegría y Tonny Sanabria son los principales candidatos para acompañar a Rubén. Con todo, la posición de Joaquín será clave, pues el portuense ya ha disputado minutos en banda (en ambas), de interior contra el Málaga (al que se venció con un tanto suyo), apoyando en la presión arriba y en la salida de balón, y como segundo punta, situado casi a la misma altura que el '24' en la segunda mitad del duelo frente a los merengues. Como contra los malacitanos, Musonda puede partir en el perfil derecho, que es desde donde le sirvió a Joaquín el balón que acabó en el fondo de las redes; con quien habría un hombre específico de banda que proporcione desborde y velocidad. Aun así, la reestructuración puede no acabar ahí, ya que el lateral, por ejemplo, puede ser otro de los cambios, pues, defensivamente, Piccini no acaba de ofrecer todas las garantías que debería, aunque es el quinto jugador más usado por Poyet.

También hay que ver qué hará con el centro del campo. Con Petros como fijo, siendo el jugador de campo que más minutos ha disputado (689), Martin y Brasanac fueron los elegidos el pasado sábado, aunque el serbio fue sustituido en el descanso. El francés, que volvía tras lesión, se ausentó ayer del entreno por una sobrecarga en el tobillo que tuvo afectado. Felipe Gutiérrez, que se quedó fuera de la última convocatoria, surge como posibilidad, además de Dani Ceballos, que aunque no aportó lo que se espera de él ante la Real, es el futbolista llamado a darle sentido al juego verdiblanco.

De esta forma, son múltiples las variables que tiene ante sí Gustavo Poyet, a quien ahora le toca decidir cómo se presentará en la novena jornada de Primera división, si con un cambio íntegro de sistema, a pesar de caer en una contradicción con lo que a él le gusta, o moverá las piezas de una forma en la que sea posible encajarlas en su disposición favorita. El tiempo apremia y, como él dijo, sólo puede ganarse más con victorias.