Entrevista ED al míster del Betis B

José Juan Romero: "El 'manquepierda' nos ha hecho mucho daño"

José Juan Romero: "El 'manquepierda' nos ha hecho mucho daño"
José Juan Romero destapa su lado más aficionado. - C. Vizcaíno / A. Federero
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno9 min lectura
Durante su entrevista con ESTADIO Deportivo, José Juan Romero también habla sobre su relación con los nuevos responsables de la parcela deportiva, Miguel Torrecilla y Gustavo Poyet. Pero antes, José Juan nos habla de su sentimiento bético, de cómo vive como aficionado el Betis...

- ¿Cómo es el José Juan bético?
- Mis hermanos y yo éramos socios desde niños. Íbamos a los partidos con mi padre y mi abuelo, con la peña bética de Gerena, en bus. Cada fin de semana que jugaba en casa era nuestro aliciente, el momento cumbre. Primero íbamos a Fondo y luego, a Voladizo. He vivido tantas situaciones con el Betis que cuando llego aquí y me quieren contar algo no es necesario. He estado en Segunda con el Betis en campos rarísimos, también en los desplazamientos de Champions, en finales de Copa, en los ascensos... El Betis era nuestra vida, antes que el Gerena incluso. Somos una familia muy arraigada al Betis y a su sentimiento. Algo que está inculcado desde que me llevaron a la final del 77 con mi padre y mi abuelo, que no la recuerdo porque no sé si andaba por entonces... Mi padre era otro loco del Betis.

- Se ve que es usted un bético activo.
- Nuestra mayor felicidad era el Betis, marcaba nuestro estado de ánimo: si ganaba, iba feliz al colegio el lunes. Una de las veces que más he llorado en mi vida fue en la derrota con el Barça en el Bernabéu, aún se me ponen los vellos de punta porque aquel Betis sí mereció la Copa. Me pasé las seis horas de vuelta en el microbús llorando.

- ¿Y con qué Betis se identifica más?
- Por filosofía de juego, quizás, con el de los comienzos de Víctor Fernández, y también me gustó el de Juande Ramos, pero con el Betis que tuve más sentimiento fue con el de Serra Ferrer en la 94/95. Aquel Betis fue un antes y un después.

- ¿A qué Betis debe aspirar el bético?
- El 'manquepierda' nos ha hecho mucho daño. El Betis no debería estar nunca en Segunda ni luchar por ciertas cosas por afición y estructura. Debe estar mínimamente en Primera y de forma solvente, y esa es la idea de los actuales dirigentes, incluso ir a más, pero también es verdad que no se puede hacer en un día. Los que estamos en esta casa vamos a crear un Betis que esté a la altura de su afición.

- Está claro que el discurso no puede ser conformista...
- El filial no puede hacer otra cosa que no sea subir, si no, me sentiré fracasado en mi intento. También debo preparar a estos jugadores para cuando Poyet los llame. Me alegra que vayan, cumplan y den buena imagen. Ojalá el primer equipo esté plagado de canteranos, no pasa nada si debo jugar con juveniles.

- ¿Qué tal la relación con Poyet y Torrecilla?
- Hay una línea de unión y trabajo donde vamos a una, hay comunicación. Gustavo es dialogante, tiene un sentido de la vida muy distendido. Con Marcos Álvarez la relación es también buena. Y con Torrecilla, está para lo que se necesita, igual que Pedro Buenaventura. Si no vamos unidos, el perjudicado es el Betis.

- ¿Cómo está viendo esta pretemporada?
- Demasiado bien, esperemos que no nos relajemos. Estoy muy contento con el grupo, aún no hemos podido trabajar con todos por algunas operaciones, pero los juveniles que han venido han rendido a alto nivel. Cualquier descarte que se haga será injusto, porque todos me están dando un magnífico rendimiento.

- ¿Por qué decide renovar a la mayor parte del equipo?
- Porque hacen mérito para ello. Yo no puedo juzgar al Betis B antes del 25 de febrero porque no estaba, pero a partir de ahí el equipo entra en una línea en la que estábamos para competir por el ´play off´ de ascenso. Fue el mejor del último tramo de Liga y el trabajo se quedaba a medias, había que continuar.

- ¿Fue el empate en Marbella lo que le privó de la salvación?
- Fue uno de los momentos más duros que he vivido en el fútbol. Pasamos de una obra celestial a no saber qué nos estaba ocurriendo, aquello nos bloqueó un poco. Si hubiéramos ido a Almería con esos dos puntos de más los rivales no hubieran estado tranquilos. Puede ser que en Marbella se nos fuera parte del milagro, pero los jugadores supieron levantarse.

- ¿Cuál fue su primer discurso para un equipo que estaba casi desahuciado?
- Les dije a los jugadores que se fueran a dormir con un balón porque iba a ser su acompañante, y que no nos daba tiempo luchar por los ´play off´, pero sí por la salvación. Desde el minuto uno el equipo me dio razones para creer.

- Volviendo a su faceta de aficionado, ¿con qué partido se queda como bético?
- La victoria ante el Chelsea y el debut con el Liverpool en Champions tuvieron mucho glamour, pero me quedo con un Betis-Atlético, el año que ellos fueron campeones de Liga, y en el que ganamos 3-2 con tres goles de Alfonso. Aquel día se cayó el Villamarín.

- ¿Y un jugador?
- Alfonso Pérez. Me marcan también Cardeñosa, Gordillo, Alexis, Joaquín, Rubén Castro... pero el más grande que ha tenido las trece barras ha sido Alfonso. Lo reunía todo, era ´top´ en Europa. Difícilmente vamos a ver un jugador tan determinante como ese.

- ¿Llegó usted a jugar en la cantera del Betis?
- Me echaron una vez y ya no volví más (risas). No convencí ni a Paco Marín ni a Miguel Valenzuela, con los cuales después tuve buena relación; me decían que tenía calidad pero que era muy flojo. Eso hizo que me rebelara y jugué en Preferente, que decían que no llegaría, incluso en Tercera. Al final no fui tan malo porque pude incluso irme a Segunda B, pero ya estaba trabajando.

- Pero su hermano Quique sí que lo hizo, ¿no?
- No le tengo envidia, pero él sí tocó con las manos el que era mi sueño, que era ser futbolista. No lo pudo hacer en el Betis por las lesiones, era la joya de la corona de la cantera. Con Serra estuvo entrenando con 16 años, y llegó a jugar en Primera con el Recre, marcando goles importantes, pero tuvo graves lesiones de rodilla y tuvo que dejarlo con 26 años en Segunda, cuando estaba en el Algeciras. El día que debutó en Primera, en un Recre-Málaga, fue uno de los más felices de mi vida.

- Entonces se la debe a su hermano: verle a usted debutar en Primera...
- Mi hermano Miguel, el pequeño, dice que el día que me vio debutar con el Betis B, cuando me vio con el chándal del equipo, ya no existía para él nada más grande. De momento entreno en Tercera al Betis B. A ver qué nos tiene la vida preparado.
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