Cinco claves que ponen en duda la continuidad de Víctor

Cinco claves que ponen en duda la continuidad de Víctor
La relación con Rubén no pasa por el mejor momento. - Enrique García
Enrique GarcíaEnrique García5 min lectura
Su llegada trajo esperanza al beticismo, pero el paso de las jornadas ha colocado a Víctor Sánchez del Amo en el disparadero. El espaldarazo dado por Miguel Torrecilla al señalar que será el técnico de la próxima temporada pase lo que pase puede quedar en nada si el Betis mantiene su actual rumbo, lejos de lo que se espera de un equipo que se puso como objetivo a comienzos de curso mejorar la décima plaza de la 15/16 y del que los béticos esperan mucho más. Cinco claves explican por qué la continuidad del entrenador está más cuestionada que nunca.

Irregularidad
El Betis lleva más de un año sin ganar dos partidos seguidos. Desde octubre, como apunta @PepeElias17 no ha sido capaz de ganar más de un partido al mes. Es capaz de exhibir su mejor cara contra equipos como Real Madrid, Barcelona o Sevilla y ser vapuleado en Los Cármenes por un firme candidato al descenso. Incluso en un mismo partido, véase el derbi, ofrece dos caras muy distintas. Esta bipolaridad también se da en los partidos que juega en casa y los que disputa a domicilio.

Exceso de conservadurismo sin resultados
A su llegada, Víctor se planteó como primer objetivo devolver la seguridad defensiva a uno de los equipos más goleados de LaLiga. No ha movido su esquema de tres centrales desde que llegó sin obtener los resultados deseados. Ha encajado 24 goles en 18 partidos y en los últimos siete duelos sólo ha dejado de recibir goles contra Osasuna, el tercer peor ataque del campeonato. Con los cambios tampoco anda fino y en los partidos contra el Deportivo y el Espanyol el exceso de conservadurismo (en Riazor acabó con siete jugadores de corte defensivo) le han costado puntos. Al Betis, que ganó sus seis primeros en los que comenzó ganando le han remontado ya en cinco ocasiones con Víctor en el banquillo.

Discurso vacío
Tampoco convencen ya sus explicaciones. Si al principio su mensaje caló en la afición por cómo intentó la reconciliación entre la grada y el equipo y dio la importancia que merecen a jugadores como Rubén Castro o Ceballos, lo cierto es que tras las últimas derrotas no ha convencido a nadie con sus explicaciones en las que achaca todo a acciones aisladas y valora cómo compite el equipo.

La relación con Rubén Castro
Los problemas con Rubén Castro suelen suponer el principio del fin para el técnico de turno. En los dos últimos partidos se ha escenificado el distanciamiento entre el punta y el entrenador tras sustituirlo en los partidos contra Osasuna y Espanyol justo después de haber anotado. Además, Víctor ha sido el primer entrenador en dejarlo fuera de una lista liguera por decisión técnica en mucho tiempo -con la excusa de la jornada intersemanal- y rompió su racha de más de cien partidos consecutivos jugando. Contrasta esta situación con la de Ceballos, a quien ha sacado el máximo rendimiento, en un de los pocos puntos positivos desde su llegada.

Cumplir el objetivo, muy complicado
Cumplir el objetivo de acabar está muy complicado. Se encuentra a nueve puntos del Alavés (décimo) y diez del Eibar (noveno), con un partido más. Tampoco aquí se puede quejar de la herencia recibida de Poyet, pues en su Liga particular, la que disputa desde su llegada marcha duodécimo con 20 puntos en 18 partidos (media de 1,1 con la que en otras temporadas costaría lograr la permanencia) a falta de que se complete la jornada. Son seis menos que el Eibar, décimo en estos últimos 20 duelos. El pobre 22% de victorias que tiene en sus 64 partidos en Primera no augura una espectacular reacción final.
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