Tres puntos balsámicos que sellan la permanencia e insuflan aire a todos

Tres puntos balsámicos que sellan la permanencia e insuflan aire a todos
El Betis gana y tranquiliza a la afición. - R.S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
Los tres puntos logrados por el Real Betis ante el Éibar (2-0) han tenido el efecto balsámico de sellar virtualmente la permanencia del equipo y convertirse en un balón de oxígeno para su entrenador, Víctor Sánchez, jugadores y directiva tras una temporada más que mediocre y tres derrotas consecutivas.

Los dos goles logrados ayer en el Benito Villamarín por el francés Jonas Martin, en el minuto 1, y Dani Ceballos, faro del equipo bético que lo logró en el 89, han servido para alejar fantasmas y para que el Betis se coloque, a falta de seis partidos para el final, con 34 puntos a doce de los puestos de descenso. La semana había sido movida por la imagen ofrecida por los de Víctor en los últimos encuentros ante Espanyol (2-1), Villarreal (0-1) y, sobre todo, por la goleada sufrida en Las Palmas (4-1); y ello tuvo su traducción en los pitos generalizados hacia todo y todos, fundamentalmente al entrenador y directiva, antes del partido ante el Éibar.

Tan convulsos se sucedieron los días previos, tantas las urgencias y tanta la conciencia de la situación, que el cuadernillo que se reparte en el estadio con la información del partido aparecía con la leyenda en su portada de 'Resurrección', tanta era la necesidad como oportuno el día de salvarla: Domingo de Resurrección. Para lograr el objetivo, fue un canterano ascendente y en racha, el lateral diestro Rafa Navarro, el que propició el primer gol del galo Jonas Martin en un minuto y, lo mas importante, que empezaran a calmarse los ánimos y a vislumbrarse la posibilidad de una victoria que, aunque trabajada, fue sellada por Dani Ceballos al final del partido después de una providencial parada de Adán a Gálvez.

Adán, quien ya había dado la cara en una semana convulsa, la dio también al final del partido al afirmar que no es "momento de sacar pecho" y también reconocer la mala temporada de los verdiblancos que los tiene muy alejados del objetivo del décimo puesto marcado por sus dirigentes al comenzar el año. Por ello, los puntos logrados ante los eibarreses tienen la importancia de poner tierra de por medio con los puestos de abajo que marcan Sporting de Gijón, Granada y Osasuna; de calmar aguas revueltas en la afición y de ofrecer tranquilidad para planificar lo que resta de competición y también la próxima temporada.

Pese a que Víctor fue ratificado el pasado marzo por el director deportivo de la entidad, Miguel Montes Torrecilla, no han sido pocas las voces y pancartas en la grada que han solicitado que no lo haga, clima y estado de ánimo que se ha podido atenuar tras la victoria ante el Éibar, eso sí, a la espera de posteriores resultados. De aquí al final de la temporada, al Betis le restan dos salidas consecutivas ante el Celta y el Athletic de Bilbao, tras las que recibirá en casa al Alavés, viajará a Leganés, jugará en el Villamarín ante el Atlético de Madrid y terminará esta temporada decepcionante en Gijón ante el Sporting.

El propio Víctor se refirió anoche a este estado de ánimo y a las posibilidades béticas unidas a las de su continuidad en el banquillo de Heliópolis, y recurrió nuevamente en tono neutro al lugar común al afirmar que la profesión de entrenador es ésta, que éstas son sus servidumbres y que han de estar en su trabajo y no en lo de "fuera". "Esperemos ser capaces con nuestro trabajo de que la afición disfrute y celebre victorias. No tengo ningún tipo de opinión al respecto de lo demás, solo nos importa trabajar para darle alegrías a la afición", comentó el entrenador madrileño sobre lo que queda y, también y como resultado de ello, de sus expectativas de quedarse.
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