El nuevo proyecto de
Quique Setién arrancará oficialmente el próximo jueves, cuando los jugadores realicen las pruebas médicas previas al primer entrenamiento de pretemporada. Para entonces, el objetivo es aligerar carga en una plantilla que se desea, por una vez, corta. De momento, salieron de ella
Petros, Piccini, Cejudo, Álex Martínez, Manu Herrera, Rubén Pardo y Donk, mientras que han aterrizado
Sergio León, Camarasa, Tello y (virtualmente, al menos)
Barragán. Aún sobran efectivos, empezando por
Zozulia y Digard, con los que no cuentan los técnicos, que sí quieren ver este verano a Fabián antes de decidir su futuro.
Además, otros jugadores con contrato están en el mercado por si llegara una propuesta convincente en forma de cesión (como en el caso de
Álex Alegría) o traspaso (la preferida por
Bruno, Pezzella o Adán). Y es que, amén de que se antoja prioritario reducir la masa salarial del grupo tanto como su número de efectivos, en Heliópolis buscan fondos para acometer las futuras incorporaciones, ya que los cuatro primeros fichajes han agotado en torno a la mitad de los recursos existentes.
En la planta noble del Benito Villamarín no cesa la actividad en los dos sentidos. De hecho, el propio presidente Haro dejaba entrever tras la junta extraordinaria de accionistas del pasado jueves que la semana entrante habría novedades en el apartado de salidas. Dejando a un lado las no deseadas (Ceballos y Durmisi, fundamentalmente), se estudian ofertas por otros componentes del plantel, como las llegadas de la Ligue 1 por
Jonas Martin, uno de los que se considera prescindibles.
Además, según ha podido saber
ESTADIO Deportivo, un club inglés prepara una propuesta formal por
Germán Pezzella. Estrictamente hablando, el argentino no se encuentra en la lista de descartes de Setién, aunque a nadie escapa que sus características no se adaptan a priori a las exigencias que suele realizar el cántabro a sus centrales titulares.
Pese a su reciente renovación (con mejora de sueldo incluida) hasta 2021, el Betis escucharía ofertas a partir de seis millones de euros por el zaguero, cuyo pasaporte comunitario le abre puertas en el Viejo Continente. Así, estuvo sobre la mesa de varios directores deportivos de la Serie A, si bien, a la hora de la verdad, ninguno de ellos apostó de verdad por el aún verdiblanco.