El pasado jueves, a su llegada al aeropuerto de San Pablo,
Rubén Castro despejó la duda, quizás, más importante, aunque otras muchas sigan aún en el aire. El delantero canario
quiere regresar al Betis, quiere disfrutar de los últimos meses que le quedan de contrato y, en ellos, quiere
batir la única marca que le queda: la de Poli Rincón como máximo goleador bético en Primera división, al anotar 78 goles con la camiseta verdiblanca en los 223 partidos que disputó. Rubén se marchó a China el pasado mes de julio con 76 en su cuenta personal.
El delantero sabe que tiene
las puertas del vestuario abiertas, pero
lo de jugar será harina de otro costal. Quique Setién ya ha dejado claro que tendrá que pelearle
un (el único) puesto en el once a Tonny Sanabria y Sergio León, que han arrancado la temporada con muy buenos números. Pero al canario no parece preocuparle el reto. Es más, su intención, más allá de los récords, es disfrutar de los últimos meses de contrato en el club en el que lo ha sido todo y, de paso, con la naturalidad con la que ha batido todas las marcas como verdiblanco, superar a Poli Rincón.
En el caso de conseguir esos tres goles que le separan del ahora comentarista radiofónico, Rubén lograría, además,
alcanzar los 150 goles como verdiblanco, una cifra redonda con la que pasaría a la historia como el máximo goleador del club.
Juanito, a tiroOtra de las metas que podría batir el delantero canario en la segunda vuelta tiene que ver con
la clasificación histórica de jugadores con más partidos con la camiseta de las trece barras, encabezada por
José Ramón Esnaola, que la lució en 407 ocasiones. Lejos de esa cifra está Rubén Castro, que, hasta su marcha al fútbol chino, la había vestido
en 280 ocasiones (16º). Por delante tiene a Juanito (294), al que superaría en caso de jugar
un mínimo de 15 partidos oficiales, una cifra complicada si tenemos en cuenta la elevada competencia a la que tendrá que hacer frente el ariete grancanario a partir del próximo mes de enero.