Por mucho que lleve sin ganar,
no deja de sorprender, pues el arranque de temporada del Betis fue ilusionante. Ya no sólo por ganar en el Santiago Bernabéu, algo que, cuando se consigue, siempre eleva las expectativas, sino también por
el vistoso juego que estaba desplegando el equipo, su
facilidad para hacer goles y
el nivel particular de los fichajes de Serra Ferrer.
En la plantilla verdiblanca se llegó a hablar, incluso, de
Europa y se miraba con optimismo al derbi de enero. La cosa, sin embargo, cambió de súbito. Tras doblegar al Alavés el 21 de octubre (2-0), el equipo de Quique Setién ha encadenado una racha de seis encuentros de Liga sin conocer la victoria (siete, con la dolorosa vuelta copera ante el Cádiz). Tras cuatro derrotas y dos empates, los de Setién
han sumado dos puntos, lo que les sitúa como
el séptimo peor equipo de los cinco grandes campeonatos domésticos de Europa.
Sólo
Newcastle, Benevento, Colonia, Saint-Étienne, Metz y Angers, los tres últimos con los mismos puntos sumados que el Betis, tienen, en general, peores guarismos.
El cuadro verdiblanco, eso sí, demostró
una importante reacción en el último choque, ante un Atlético de Madrid ante el que fue
muy superior hasta llegar el definitivo 0-1. Y a eso debe agarrarse, al menos hasta que se reabra el mercado y puedan llegar refuerzos. En Málaga, de momento, el Betis tiene
una 'final', un partido clave para romper, por fin, una racha que le sitúa en este parcial entre los peores equipos del Viejo Continente.