La cosecha del 81 sabe como antaño

La cosecha del 81 sabe como antaño
Joaquín posa para ESTADIO Deportivo. - M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
Es el cuarto futbolista de la plantilla más utilizado por Quique Setién a estas alturas de temporada, el tercero si se contabilizan únicamente los compromisos ligueros, lo que da idea de la importancia que tiene en el proyecto 2017/2018 el más veterano del plantel. Treinta y seis primaveras (veranos, en realidad, pues nació el 21 de julio de 1981) alumbran a Joaquín Sánchez, algo más que un capitán para este Betis, donde, aparte de santo y seña, se ha convertido en indiscutible para el entrenador y sus compañeros, como reflejan también los guarismos. Números propios de su mejor época, aquella década prodigiosa con la que arrancó el siglo XX y que terminó con el portuense en la selección española, amén de traspasado a cambio de 25 millones de euros, muy a su pesar, por Manuel Ruiz de Lopera.

De hecho, sólo una vez en los nueve ejercicios más recientes superaba el extremo las cifras actuales (1.361 minutos) en un parón navideño. Fue en la 12/13, con la camiseta del Málaga y en plena disputa de la Champions League a las órdenes de Manuel Pellegrini. Entonces, Joaquín cerró el año con 23 encuentros oficiales a sus espaldas (por los 18 de ahora) y 1.751 minutos sobre el terreno de juego, donde había anotado seis goles y brindado siete asistencias por el momento. Tampoco tiene parangón ese acierto anotador, idéntico en Navidades al de la 09/10 y únicamente inferior al de la 02/03 (siete dianas).

Entre 2001, el año de su estreno entre los grandes del fútbol español, y 2009 concurren ocho temporadas notables o sobresalientes para el canterano heliopolitano, que nunca bajaba en este tramo del curso de los 19 compromisos oficiales y los 1.234 minutos, contando aquí sus participaciones en LaLiga, Copa del Rey, Champions League (previa o fase de grupos) y duelos con la selección española posteriores a las vacaciones estivales, válidos a la hora de computar la carga en las piernas de un futbolista inigualable que, con la friolera de nueve años más, exhibe unos niveles de rendimiento dignos de elogio.

Como los buenos vinos, Joaquín Sánchez está sabiendo madurar para convertir su cosecha, la del 81, en un caldo selecto para goce y disfrute del beticismo, rendido al sabor de antaño. Un ‘revival’ por méritos propios que amenaza con batir todos los récords habidos y por haber. Con el 17 a la espalda y el escudo de las trece barras en el pecho.
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