En lo que a juego se refiere, el
Betis ha recuperado parte de la buenas sensaciones que demostró en el arranque de temporada, en el que el conjunto heliopolitano sorprendió poniendo en práctica un fútbol muy vistoso, de toque, efectivo y al que le acompañaron los resultados, enlucido con el rimbombante a la par que histórico triunfo en el
Santiago Bernabéu ante el
Real Madrid 0-1 con gol de Sanabria.
Sin embargo, el equipo se sumió en una importante crisis de juego y resultados, en la que acumuló seis jornadas sin ganar, las que van de la 10 a la 15, y a las que puso fin con un triunfo solvente en
Málaga (0-2).
Ya una jornada antes, ante el
Atlético de Madrid en casa, los de Setién habían dado muestras de una importante mejoría en el juego, pero, finalmente, los verdiblancos pusieron punto final a su 2017 con una nueva derrota en el
Benito Villamarín ante el
Athletic Club (0-2). En esta evolución del equipo verdiblanco ha tenido un papel importante el apoyo del
Benito Villamarín. De hecho, en el arranque de temporada, los béticos, que estrenaban remodelación de su estadio, crearon una gran comunión con sus aficionados, que se tradujo en un pleno de victorias en sus tres primeras comparecencias, ante el
Celta, el
Deportivo y el
Levante, en el que quizás haya sido el mejor partido de los verdiblancos hasta el momento en su estadio y, curiosamente, el que se registró la segunda mayor entrada de la temporada, con 48.237 espectadores.
La siguiente aparición se saldó con la primera derrota en casa. Fue ante el
Valencia en un partido en el que el
Betis rozó la épica pero terminó cayendo 3-6, y le siguió el triunfo ante el
Alavés (2-0) en la jornada 9.
Desde entonces, el
Betis no conoce la victoria en su casa, por lo que acumula cuatro partidos sin celebrar un triunfo ante los suyos: los dos empates a dos ante
Getafe y
Girona, la mencionada derrota ante el
Atlético de Madrid y la también referida ante los rojiblancos del pasado viernes.
Por ello, parece que el
Villamarín ha perdido su magia, algo que urge recuperar en el arranque del 2018, aunque el calendario no parece que vaya a ser nada propicio para tal fin.
De hecho, a la, a priori, asequible visita del
Leganés en el primer partido en el
Villamarín en el nuevo año, le seguirán las del
F.C. Barcelona una semana después,
Villarreal y
Real Madrid, un 'Tourmalet' en toda regla, en el que los verdiblancos esperan recuperar las fortaleza de su estadio para no descolgarse de la zona tranquila de la tabla.