Betis-Athletic: Con buenos deseos y propósito de enmienda

Betis-Athletic: Con buenos deseos y propósito de enmienda
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura
El Benito Villamarín acoge hoy el último partido de un 2017 que ha vuelto a ser convulso pero que, al menos, ha dejado abierta una puerta hacia la ilusión que toca cruzar a partir de enero. Los días navideños son días de análisis, de resúmenes y de exámenes de conciencia, días para enterrar las diferencias con los seres queridos, para regalar buenos deseos y para que las familias se reúnan en paz y armonía por numerosas y heterogéneas que sean, con ese cuñado contando chistes malos, con esos tíos a los que nadie soporta y con la abuela haciendo llorar esgrimiendo que éstas podrían ser sus últimas navidades.

Y, para familia prolífica, la del Betis, que despide el año con más de 52.000 miembros sentados en la mesa del coliseo de La Palmera y con muchas cuitas pendientes, pero con la intención de que en estos días primen lo que les une y no lo que les separa; que no es otra cosa que el deseo de despedir el año con un triunfo que sería el primero tras cuatro citas seguidas sin ver ganar a los suyos (empates ante Getafe y Girona y derrotas contra Cádiz y Atlético), con el propósito de enmienda mostrado ya en la buena imagen ante los de Simeone y refrendado con esa victoria en Málaga que permitió poner fin a una racha de dos meses sin ganar. Expandir buenas vibraciones para pintar la Navidad de verdiblanco, los colores de Papá Noel antes de que una conocida empresa de refrescos le vistiese igual que al eterno rival.

Porque, aunque Setién no quiera pensar aún en el derbi, es inevitable. Primero, porque es el próximo partido del equipo y la afición hoy le arengará tras el encuentro ante el Athletic y, segundo, porque las circunstancias obligan a alinear a, al menos, dos de los tres apercibidos que tiene. Mandi y Feddal parecen fijos en una defensa más sólida con la vuelta del marroquí y que hoy, casi con total seguridad, perderá a un Javi García que sería importante para frenar ese juego directo buscando a Aduriz y Raúl García que tanto rédito suele dar a los vascos.

El pivote murciano aún no se ha recuperado de su lumbalgia y a su vacante optarán el tercero de los amenazados, Jordi Amat, con la opción de reubicar a Fabián, con la ayuda de Camarasa y con Boudebouz algo más liberado y escoltado por Tello y Joaquín y con Sergio León en punta, para dibujar el mismo 1-4-1-4-1, pero con sus líneas bastante más escalonadas. La idea de Setién será manejar la posesión y mover el balón de un lado a otro para tratar de abrir la defensa bilbaína.

Claro, que ese plan también le lleva a exponer y el Athletic es un experto en sacar petróleo de contragolpes, balones sueltos, segundas jugadas y las acciones a balón parado, un martirio para los verdiblancos y un filón de un Athletic con inercia opuesta a la del Betis. Los de Ziganda llegan con buenos resultados (cinco semanas sin perder), pero con su peor imagen del curso.

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