Real Betis-Getafe CF: Mejor con deberes que con recelos

Hasta la fecha, el Betis siempre afrontó los parones de selecciones con una sonrisa. La mueca de disgusto llega después, a la vuelta. Ocurrió en Villarreal (tras vencer dos semanas antes al Celta en casa) y contra el Valencia (el siguiente compromiso al espectacular 4-4 de Anoeta, que supuso el décimo punto de doce posibles), por lo que hace bien Setién en buscar un amistoso que active a los suyos antes de visitar Ipurua el 19 de noviembre. Para eso quedan algo menos de tres semanas. Un mundo. Una eternidad en caso de que el traspié en Cornellà, con un atisbo de involución que no reconoce el preparador cántabro, tenga continuidad esta noche frente al rocoso y competitivo Getafe de Pepe Bordalás, un hueso duro de roer hasta por los todopoderosos. Obviamente, será mucho mejor hacer un paréntesis en LaLiga con deberes pendientes que con dudas y recelos, espantados de un plumazo cuando asomaron después de caer en el Estadio de la Cerámica. Porque es evidente que hay que tocar cosas, aunque sin que ello afecte al ideario y la filosofía aceptados por todos como los más válidos.

Las lesiones están haciendo mella en un equipo que invitaba a rotaciones mínimas. Están siendo especialmente cruentas por fuera, donde, sin Campbell ni Francis, Joaquín y Nahuel se quedan como únicos extremos natos en condiciones. Porque Tello llega a la cita bastante falto de ritmo, el que le sobra al capitán, que pide a gritos un descanso según sus últimas actuaciones.

También por dentro hay carencias, ya que Feddal, el zaguero más en forma, continúa K.O., al tiempo que Tosca, mientras que Setién no se atreva (SIC) con Redru, ha de suplir en el lateral zurdo al renqueante Durmisi. Barragán, Mandi, Guardado y Javi García parecen igualmente cansados, si bien todo hace indicar que esperarán al ‘impasse’ obligado, siendo seguramente Fabián, desacertado contra el Espanyol, quien deje sitio en la medular a Camarasa. Igualmente, Sergio León podría y debería entrar en el once, bien por Sanabria en la punta de lanza o, como ante Levante y Valencia, escorado a la derecha, pues hay indicios que apuntan a que Joaquín arrancará en el banquillo. Por tanto, un Tello lejos de su mejor estado de forma y Nahuel, al que defendió Setién con vehemencia en la víspera, se disputarían probablemente una plaza en el otro costado.

Sea como fuere, la fe del santanderino en el vistoso estilo actual, pese a días como el del pasado lunes (de persianas bajadas y plomo en las piernas), generan poca expectativa de revolución en la alineación. Una insistencia con base que necesita de un nuevo refuerzo moral.