La intensa
lluvia que ha caído durante todo el día de hoy ha deslucido ligeramente lo que el
Betis pretendía que fuese una fiesta para agradecer el apoyo de sus aficionados antes, durante y después del partido contra el
Sevilla en el
Ramón Sánchez-Pizjuán.
El club había dispuesto que la primera sesión de entrenamientos de la semana fuese a puerta abierta en el estadio, mismo escenario que unos días antes se había llenado con 15.000 béticos para despedir al equipo antes del duelo cainita ante el cuadro nervionense. Pero la
lluvia no entiende de fiestas ni agradecimiento y quiso hacer acto de presencia ayer, para empañar la jornada. No obstante, un nutrido grupo de aficionados desafió a las inclemencias del tiempo y acudió a la cita con su equipo, que saltó con puntualidad británica al césped para comenzar a preparar el partido contra el
Leganés del próximo lunes.
A grito de 'Sevilla es verdiblanca',
unos 3.000 aficionados recibieron a los jugadores, que comenzaron la sesión con el tradicional pasillo que realizan cuando alguno de ellos cumple años. En esta ocasión, los 'homenajeados' fueron
Riza Durmisi y
Sergio León, que han cumplido recientemente 24 y 29 años respectivamente.
Para mañana, el equipo volverá a las sesiones matinales. Setién ha dispuesto el entrenamiento del miércoles para las 11:00 horas en la ciudad deportiva, aunque en esta ocasión será a puerta cerrada.