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Setién calibra la hondura de su fondo de armario en 7 partidos en 22 días

Setién calibra la hondura de su fondo de armario en 7 partidos en 22 días
Setién calibra la hondura de su fondo de armario en 7 partidos en 22 días
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura

Sevilla, 12 sep (EFE).- El Betis afronta desde el sábado en Mestalla ante el Valencia un exigente calendario que le llevará a jugar siete partidos en veintidós días en los que su entrenador, Quique Setién, se enfrenta al reto de gestionar a todos sus efectivos y al examen de calibrar la hondura del fondo de armario de su renovada plantilla.

El Betis, tras el partido contra el Valencia, se estrenará en Liga Europa el 23 de septiembre ante el Olympiacos en tierras griegas, cuatro días más tarde jugará contra el Girona en Montilivi y recibirá al Leganés en el Villamarín el 30 de este mes; tras lo que, ya en octubre, disputará su segundo duelo de la fase de grupos europea ante el Dudelange luxemburgués el 4 y un nuevo compromiso liguero ante el Atlético de Madrid el 7, en el Wanda Metropolitano.

Este primer puerto de montaña de la temporada obligará al técnico cántabro a rotar a sus efectivos sin renunciar a su concepto ni a las exigencias derivadas de un proyecto ambicioso aunque realista en lo deportivo y en lo económico, en lo que el club ha crecido con un presupuesto que rondará los 130 millones de euros.

El propio Setién es consciente de la exigencia y de los nuevos mimbres que han puesto en sus manos al señalar esta semana que el nivel de la plantilla había subido, que ahora es "un equipo más equilibrado", lo que le permite a él y a su cuerpo técnico "adoptar variantes" tácticas con diferentes alineaciones.

Con el objetivo de entrar de forma asidua en Europa, como ha señalado el presidente bético, Ángel Haro, ya desde el fin de la pasada temporada, en la que el Betis se clasificó para jugar la Liga Europa al ser sexto en Liga, Setién y la dirección deportiva fueron conscientes de la dificultad que supone un nuevo ejercicio con tres competiciones y de la necesidad de reforzar la plantilla para afrontarlas con garantías.

La clave de bóveda de la planificación bética fue la salida rumbo al Nápoles italiano de Fabián Ruiz por el pago de su cláusula de rescisión de 30 millones de euros, además del traspaso del danés Riza Durmisi al Lazio por siete millones, cantidades con las que el Betis afrontó el rediseño de su plantilla.

Para ello, y sin renunciar al modelo que propone el cántabro, se renovó completamente la portería con la llegada de Pau López y Joel Robles, se reforzó el eje de la defensa con el fichaje del central brasileño del Deportivo Sidnei Reche y se echó el resto en el centro del campo.

Para esa zona, llegaron el portugués William Carvalho desde el Sporting de Lisboa, el argentino Giovani Lo Celso desde el Paris Saint Germain, y Sergio Canales y el japonés Takashi Inui tras sus etapas respectivas en la Real Sociedad y el Éibar.

Después de tres jornadas de Liga en la que lleva cuatro puntos, Setién afronta ahora una de esas encrucijadas en las que ha de elegir entre sus peones para consolidarse en la competición doméstica y en la fase de grupos de la Liga Europa, en la que el tercer rival es el Milán italiano.

De sus nuevos jugadores, sólo Lo Celso permanece inédito tras llegar cedido el último día del mercado de fichajes y marcharse con la selección de su país, lo que hicieron también los argelinos Ryad Boudebouz y Aïssa Mandi, los españoles Pau López, Francis Guerrero y Júnior Firpo, y el portugués Carvalho.

Tras retirarse del partido de su selección ante Italia por una dolencia muscular, Carvalho y el estado en el que regresen los internacionales serán la primera piedra de toque de la hondura de una plantilla corta de veintiún profesionales, además de los canteranos Dani Rebollo, Kaptoum, Rober e Iván Navarro, según la relación aportada por el club a la UEFA: la prueba de que se pueden introducir cambios sin renunciar al estilo.

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