Con permiso del resto de refuerzos verdiblancos de este verano, el cántabro Sergio Canales, que ayer volvía a su casa, posiblemente sea el mejor fichaje que Lorenzo Serra Ferrer hizo el pasado mercado estival. De hecho, el de Santander se ha convertido en santo y seña del fútbol de Quique Setién, tal y como volvió a demostrar durante la noche de ayer en El Sardinero, donde se convirtió en guía espiritual de un mal Betis que no encontraba su sino ante un rival que, por primera vez en lo que va de temporada, salía al terreno de juego dispuesto a arrebatarle la pelota; todo lo contrario a lo que está acostumbrado este Betis, que ve cómo sus rivales se encierran atrás.
Canales dio sentido al juego verdiblanco desde la zona ancha, buscando a Inui, Boudebouz y Sergio León en ataque, y retrasando su posesión a la hora de intentar sacar el balón jugado cuando Bartra y compañía no eran capaz de hacerlo con soltura, en parte, por la presión asfixiante del rival.
Alejandro Sáez1 min lectura