Estadio Deportivo5 min lecturaLa solidez defensiva ha hecho que el Betis no reciba un solo gol en sus últimos cuatro partidos, dos en competición liguera, uno en Copa del Rey y otro en Liga Europa, esté 'vivo' en las tres competiciones y se haya aupado a la séptima plaza empatado a 22 puntos con el Levante, que marca los puestos europeos.
A falta de la disputa este lunes del Athletic de Bilbao-Girona, al que los gerundenses llegan con un punto menos que el Betis, los verdiblancos frisan los puestos europeos a los que aspiran tras la victoria cosechada anoche por 2-0 ante el Rayo Vallecano en el Benito Villamarín, en la que los de Setién reeditaron la solvencia atrás de la que han hecho gala en los últimos partidos.
Como ya ocurrió en la pasada temporada, en la que el buen juego alternaba con excesivos altibajos en el marcador, el Betis ha basado en su seguridad defensiva la escalada que ha protagonizado desde que perdió por última vez en Liga ante el Villarreal (2-1) el pasado 25 de noviembre.
Desde entonces, los verdiblancos sellaron su pase a octavos de Liga Europa al ganarle al Olympiacos griego por 1-0 y a la misma ronda de la Copa del Rey al eliminar al Rácing de Santader tras un 4-0 en el Villamarín, estadio en el que en competición doméstica han derrotado sucesivamente a la Real Sociedad (1-0) y Rayo Vallecano.
Esta sucesión de victorias ha hecho que el Betis haya pasado de estar en posición decimocuarta a cuatro puntos de los puestos de descenso a la séptima y con aspiraciones a estar en puestos europeos, a lo que ha contribuido el hecho de que su defensa sea el puntal sobre el que los de Setién empiezan a construir su propuesta de posesión.
Más versátil y menos maximalista, el Betis no renuncia a tocar y tener la pelota, aunque tampoco a ponerla lejos del marco defendido por Pau López, a cuya calidad, seguridad y buen momento no es ajeno el hecho de que la defensa del conjunto bético haya ganado en solvencia y que ello se haya traducido en puntos y sendas clasificaciones en Copa y en competición europea.
También ha contribuido sobremanera en la salida del Betis de la irregularidad el hecho de que el mediocampista portugués William Carvalho, uno de los fichajes estelares en esta temporada, se haya acercado a su mejor versión, equilibrado el juego bético y disipado las dudas que pudo generar en ciertos sectores de la grada del Villamarín los altibajos de su juego y su proceso de adaptación.
El Betis de Quique Setién, muy reconocible en sus tres centrales de referencia -Aïssa Mandi, Marc Bartra y Sidnei- y de medio campo hacia adelante con el argentino Giovani Lo Celso y de Sergio Canales, otras incorporaciones de este año, lo vuelve a ser en esta fase de la temporada por su seguridad defensiva como ya lo hizo en la temporada pasada tras un comienzo irregular.
Después de la victoria liguera ante el Rayo, los de Setién han comenzado este lunes a preparar la recta final del año 2018, en la que el próximo jueves se juegan el primer puesto del Grupo F de la Liga Europa ante el Dudelange luxemburgués y el próximo domingo visitarán al Espanyol en Cornellá.
El último compromiso del año del Betis será el sábado 22 de diciembre en el Villamarín ante el Eibar antes de las vacaciones navideñas y de la reanudación de la competición, que será el 6 de enero de 2019 en El Alcoraz ante el Huesca.