La planificación postSerra, a examen

La planificación postSerra, a examen
- E. G.
Enrique GarcíaEnrique García6 min lectura
Después de un verano más que movido por la salida de Serra Ferrer y la asunción por parte de Jose Miguel López Catalán, en coordinación con Alexis, de las labores de dirección deportiva, el resultado no está siendo para nada el esperado. Cumplido el primer tercio de la temporada, el conjunto verdiblanco marcha en la decimoséptima posición de la tabla, no ha sido capaz de ganar dos partidos seguidos y su técnico lleva en entredicho desde hace más de un mes.

Y eso que sobre el papel las necesidades de la plantilla estaban bien cubiertas. Las necesidades antes del final ya de la pasada temporada estaban muy claras. Era perentorio reforzar el lateral izquierdo -llegaron dos nombres de consenso como son Álex Moreno, al que Serra intentó firmar una temporada antes y Pedraza-, la delantera por la falta de gol -llegó Borja Iglesias, autor de 20 dianas el curso anterior, además de Juanmi- y un sustituto de Lo Celso -que levante la mano quien no lo viera bien en su día-. Además, por la salida de Pau López se fichó a Dani Martín con la intención de confiarle la portería a Joel. Ya en el tramo final del mercado Rubi detectó un problema en el pivote que no se pudo solucionar y que se ha revelado como grave con el paso de los partidos y la lesión de William Carvalho.

Pero lo que el papel parecía una buena estrategia no ha tenido un reflejo sobre el terreno de juego, primero porque alguna de las incorporaciones no ha dado la talla y segundo porque el técnico no ha sido capaz de ensamblar bien las piezas, de ahí que sea el primer señalado y que tenga la espada de Damocles sobre su cabeza. El técnico es el que menos respaldo tiene de entre los nuevos.

Rubi: No ha tenido una semana tranquila desde que llegó. Los resultados sólo le han echado una mano cuando tenía la soga al cuello contra Celta y Madrid. Partidos más o menos equilibrados, como el de Granada, acabaron cayendo del lado del contrario y eso ha dificultado que pudiera trabajar con sosiego. Fruto de todo esto, su idea no termina de calar en un vestuario que tenía muy asimilados los conceptos de Quique Setién. Finalmente se avino a cambiar el sistema para jugar con tres centrales, logrando un punto de seis contra Real Madrid y Sevilla. Ante el Valencia su continuidad volverá a ponerse en juego.

Álex Moreno: Se incorporó tarde por la negativa del Rayo a facilitar un acuerdo, pero en cuanto se puso al día se ha hecho dueño y señor del carril izquierdo, ya sea como lateral o como carrilero. Dentro de un contexto negativo está cumpliendo con las expectativas. 635 minutos en diez partidos. 

Pedraza: Al contrario de Álex Moreno, el cordobés ha ido de más a menos. Tanto que lleva tres partidos fuera de la lista. Pagó su error en Granada con un castigo que aún no le han levantado. Le costará desalojar a Álex Moreno de la banda. Ha jugado 684 minutos en nueve partidos.

Fekir: Su inicio fue ilusionante e hizo que nadie se acordara de Lo Celso. Después, el equipo no le ha ayudado a brillar. Se nota que técnicamente va sobrado. Regatea con facilidad y tiene el gatillo fácil, pero le falta química con sus compañeros, aunque con futbolistas como Loren sí se entiende muy bien. Lleva tres goles y una asistencia en once partidos y 916 minutos de juego.

Borja Iglesias: Una inoportuna lesión en el primer partido y el buen momento de Loren le han condenado a una suplencia que nadie esperaba después de que el Betis pagara 28 millones de euros por él. Por causas propias o del equipo en ocasiones parece desconectado del juego, aunque por el momento no parece que la situación sobrepase al gallego, que sigue confiando en que llegarán su momento y los goles. Ha participado en 12 de los 13 partidos, jugando 708 minutos en los que ha marcado un gol y dado dos asistencias.

Juanmi: Apenas ha podido jugar 75 minutos repartidos en dos partidos en los que lógicamente no vio puerta. Fuera de combate desde la sexta jornada por una talalgia no tiene aún fecha de regreso.

Dani Martín: La expulsión de Joel en la primera jornada le abrió las puertas del once. Recibió siete goles en sus dos primeras apariciones (cinco de ellos en el Camp Nou) y regresó al banquillo, que es su sitio natural por la presencia de un Joel que está a buen nivel.
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