"Ya viví en carne propia, el día que jugué de titular, la calidad y el ritmo que se ponen en esta
Liga. Lo que más me sorprendió fue la velocidad, un tema también de los campos, porque es otro tipo de pasto (césped) y están todos mojados; entonces, la pelota corre más rápido y hay un poquito más de velocidad. Me parece que muchas veces se roba (la pelota) y se sale muy rápido a la contra, en dos o tres pases. Si yerras un pase en mitad del campo, en nada están en tu arco, y es una situación de gol en contra. Es más que nada eso. También me parece que el 90 por ciento de los equipos intenta jugar por abajo", apunta
Guido Rodríguez sobre las diferencias entre
España y México en una entrevista con el ex futbolista
Marc Crosas en
TUDN.
Además, el pivote argentino bromeó sobre su 'pique' con
Guardado, hincha del
Atlas: "Andrés se pone un poco envidioso cuando ve que hay gente con la playera (camiseta) del
América, porque hay muchos mexicanos acá con esa camiseta. El
América es un club grande, siempre lo dije, y eso hace que tenga aficionados por todo el mundo". El segundo fichaje invernal de los verdiblancos se refirió también a
Diego Lainez, que conoce muy bien de la entidad azulcrema: "Es un chico con muchísimas condiciones, como ya demuestra. Este cuerpo técnico le va a enseñar también; él va a seguir aprendiendo y puliendo sus cosas para continuar mejorando. Pero condiciones le sobran".
Para
Guido, el salto al
Viejo Continente era una doble apuesta. "Acá está el 90% de la base de la selección. De Argentina, algunos, pero llegamos pocos jugadores de
América, pues casi todos están en Europa. Por eso, es importante para mí agarrar ese juego de acá", sentencia el de
Sáenz Peña, que no se olvida del club que le dio la fama precisa para que se fijaran en él clubes como
Celta,
Mónaco y
Betis: "Los dos años y medio que estuve en el América fueron increíbles. No arrancaron del todo bien, aunque, después, fueron dos años muy buenos, donde ganamos cosas a nivel grupal y a nivel personal, donde crecí mucho individualmente, porque esos primeros seis meses no terminaba de demostrar lo que tenía para dar. Fueron dos años y medio que viví en
América por los que estoy agradecido, porque me trataron de la mejor manera; mi mujer y yo tenemos un gran aprecio por
México".