Borja Iglesias, el delantero que el Valencia no supo ver

Borja Iglesias, el delantero que el Valencia no supo ver
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 5 min lectura
En Mestalla no descartan que Rodrigo sea traspasado y miran de reojo a la situación del bético Borja Iglesias, un goleador que tenían en su cantera y al que infravaloraron. El nombre de Borja Iglesias retumba aún en los pasillos del estadio de Mestalla, donde permanecen muy atentos a la situación en el Betis del ‘Panda’, que es uno de los nombres que manejan en la secretaría técnica del Valencia para suplir una hipotética pero más que probable venta de Rodrigo Moreno este próximo verano. De aquí a que los clubes perfilen las plantillas de la próxima temporada hay muchísima tela por cortar, pero no deja de resultar curioso que el nombre del delantero gallego vuelva a asociarse con el club che, quien ya le tanteó hace un año y que, si estos rumores son ciertos, estaría dispuesto a pagar ahora una millonada por un delantero centro al que tuvieron en su propia cantera y no supieron valorar; lo que le ha costado muchos goles y dinero.

Y es que Borja va a cláusula por año, ya que después de meter 34 goles con el Celta B en la 16/17 y otros 23 en la 17/18, cedido en el Zaragoza, el Espanyol abonó los 10 millones que marcaba su contrato con el conjunto vigués. Los pericos, a su vez, cifraron su libertad en los 28 kilos que el Betis le pagó al año siguiente. En el conjunto heliopolitano le blindaron con una cláusula que supera el doble de lo pagado el verano pasado, y esa cifra es un fuerte repelente para los ches.


La prensa de la capital del Turia, desde luego, no olvida el buen paso que Borja Iglesias tuvo por Paterna. Es habitual recordar que formó un ataque letal en el cadete blanquinegro con Paco Alcácer o Isco Alarcón.

La falta de oportunidades y de confianza obligó a hacer las maletas y a emigrar al hoy bético, que recientemente recordaba su paso por Valencia en una charla con el comentarista televisivo y exjugador Alberto Edjogo en su canal de Youtube.

“Vivía en una residencia dentro de la ciudad deportiva, en la planta de arriba. Me fui con Álvaro Ratón, nos metimos juntos en la misma habitación, pero en Navidad lo pasé mal y entonces fueron ellos los que me dijeron que no, que tenía que acabar el año allí, vivir la experiencia y decidir. Luego acabé la temporada y decidí quedarme”, relata Borja, que asegura que nada más llegar allí tuvo la sensación de que “todos eran muy buenos”.

“Hasta que no pasé los 16 ó 17 años yo no quería creerme que podía ser igual de bueno que ellos. Tenía ese debate conmigo. Yo le decía a mi padres que eran muy buenos, y ellos me decían: ‘Si estás ahí es porque igual tú eres tan bueno como ellos’. Recuerdo mi primer día. Llegué siendo cadete de primer año pero jugué con el Cadete A, y en ese cadete está Isco, recuerdo que jugamos a tres equipos. El primer balón que toca, se da la media vuelta y le pega y mete un golazo. Y le pregunto a un compañero: ¿Este juega de delantero? Y me dijo: ‘no, tranquilo, ese juega por detrás de ti’”, recuerda el ‘Panda’, que coincidió allí con otros jugadores que han llegado lejos como “Portu, Carles Gil, Bernat, Juan Delgado, Roger... era gente muy buena y quizás me olvido de alguno. Fue una experiencia brutal”.

“Si te pones a pensar ahora, digo: Menos mal que me fui de allí”, añadió, antes de explicar los motivos de su adiós: “En mi etapa juvenil, quedamos campeones, pero no juego demasiado. El entrenador que llega prefiere poner a otro delantero, y cuando termina el año hablan conmigo y me dicen que me ven más en Liga Nacional, y que cómo lo veía yo. Yo quería probar fuera. Deciden que si no quiero continuar me dan la libertad y me voy al Villarreal. De allí, al Celta. Y el resto... ya es historia
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