Rodri: "Tengo la suerte de estar en el Betis y con estos jugadores, donde quería"

Óscar MurilloÓscar Murillo 9 min lectura
Vive en Sevilla junto a su novia y dos perros. No estudia nada, pero quiere sacarse "un par de cositas". A ver si tiene tiempo, porque Rodri Sánchez (Talayuela, 2000) colecciona elogios y sube peldaños de dos en dos, lo que no le resta un ápice de humildad: "Me encuentro muy bien, muy contento por esta última semana. Tengo la suerte de estar en este club y de entrenarme con los jugadores con los que me estoy entrenando". Ya le toca, pues "desde muy pequeño" tuvo que buscarse la vida: "En Extremadura hay poco fútbol. Me fui a hacer una prueba al Real Madrid y, de ahí, tuve visibilidad en otro club de cantera de allí, el Canillas, donde me vio y me firmó el Atlético. Mis padres me llevaban y traían a diario desde Cáceres. Tantos kilómetros (400 ida y vuelta, cuatro días a la semana) hicieron que se podían meter a la Fórmula 1 (risas). El viernes me quedaba a dormir en un hotel, porque jugábamos el sábado. Confiaron en mí, pero también podían; otros padres no pueden por el tema económico. Estoy donde estoy en parte gracias a ellos".

Pero, tras pasar por las canteras colchonera, culé, perica y deportivista, ha hecho patria en Heliópolis. Roza aquí el lustro. Y lo que le queda. Y el mediapunta, encantado: "Aquí, desde que llegué, me sentí muy cómodo, por la cercanía (física y emocional) con mi casa. Me dieron todo, confianza y cariño, valorándome con minutos y renovaciones. Estoy muy a gusto y en plena sintonía con el Betis". Y sin que se le suba a la cabeza de ningún modo: "Algún que otro autógrafo me piden en el pueblo, pero sigo siendo el mismo. Me conocen desde pequeño; no tiene sentido cambiar. Allí hay mucha admiración por el Betis, como en los pueblos cercanos".

Rodri, tímido pero muy sincero, se abría este martes en 'Todo al verde', el programa de la TV oficial, con Juan Bustos e Isidro Díaz, a quienes relató cómo fue su conquista a Pellegrini: "Empecé la pretemporada con el filial y, tras varios partidos con el primer equipo de entrenamiento, unos días después me dijo Manuel que me fuera con ellos a trabajar. Para mí, lo hice muy bien. Tuve la suerte de que me llevara convocado y de que me hiciera debutar". Al chileno se le cae la baba con él, lo cual no es muy habitual. En vísperas del choque ante el Atlético, pese a no citarlo, dejó claro que "su etapa en el Betis Deportivo ya pasó; es del primer equipo y será un figura, un jugador importante en el futuro". Y el extremeño, doble de ancho: "Cuando me pasaron lo que dijo el míster el otro día sobre mí, no me lo creía. Es un halago enorme de alguien con su trayectoria en tantos clubes importantes. Tuve que ver el vídeo... y me quedé sorprendido".

El ex del City está siendo una pieza clave en su consolidación en la elite, como admite el interesado: "Habló conmigo al principio, cuando subí, diciéndome que estaba contento y que iba a participar si seguía así. Después, en otros temas como la alimentación, me aconseja que me cuide mucho. El día del Sporting, cinco minutos antes de meter aquel gol, me dio mucha tranquilidad con sus palabras". Lógicamente, Rodri repasa su estreno como goleador, en Copa y en El Molinón, una acción maradoniana que, como el pasado domingo con el filialm resolvió con su pierna menos buena: "Controlé, no me salía nadie, le hice un cambio de ritmo a Javi Fuego y luego Babin me agarra, pero no me puede parar y me suelta para que la ponga con la derecha al otro lado". A renglón seguido, confiesa: "Lo habré visto 5-6 veces repetido".

Parco en palabras, el centrocampista bético agradece el trato que siempre ha tenido en el vestuario de los mayores, donde "te acogen muy bien; da igual de dónde seas o de dónde vengas. Nunca una mala plabra. Todo bueno. También cuando suben otros compañeros del filial. Siempre tratan a los jóvenes con mucho respeto". Una comunión que redunda en el buen momento de la escuadra matriz: "Se está trabajando muy bien desde los entrenamientos. El que sale, lo hace muy bien; está metido. Salga quien salga de esta plantilla, cumple a la perfección".

Pero a Rodri no se le caen los anillos por bajar de vez en cuando al segundo equipo, donde se sacó de la chistera el tanto que inició la remontada ante el Sanluqueño (3-1) en la fase de ascenso a Segunda. "Fue un córner; me puse en el pico del área y no me vino nadie. Me la dio Chema (Núñez) y sabía dónde quería ponerla, para centrar o marcar. Le pegué con tres dedos y fue cogiendo rosca. El portero no pudo hacer nada. No te puedo decir la intención... Centrar, tampoco, aunque chutar, a lo mejor... Quería ponerla ahí; por suerte, entró. Me quedo con el espíritu de todos. Somos chavales jóvenes y, cuando te meten un gol como el del otro día en el 71, no nos venimos abajo. Años atrás, no lo teníamos, pero no sé si es por magia divina o lo que sea, el equipo está muy trabajado y se viene arriba. En Córdoba fue tremendo".

Sus subidas y bajadas en el 'ascensor' le están permitiendo ayudar a dos escuadras al alza: "El filial ha hecho una campaña súper buena y el primer equipo está a puntito de entrar en Europa. Muy contento y orgulloso de participar en los dos objetivos. ¿El año que viene? Eso no lo sé. Quien tiene que decirlo es el club. Voy a trabajar hasta final de temporada y en pretemporada duro para estar donde quiero estar". Por suerte, será de verdiblanco: "Había renovado hace menos de un año y medio, pero seguí haciendo buenas cosas y el Betis ha visto bien darme la confianza con esta última renovación hasta 2024. Muy agradecido".

Rodri coincidió en la residencia del Barça con Ansu Fati, "pero era más pequeño (infantil B frente a cadete B)", lo que no impidió que tenga fotos con él. "Con Juan (Miranda) sí tuve mucha relación, porque éramos compañeros de habitación. Es un buen chaval y me alegro de compartir esto con él". De todas formas, sus ídolos son otros: "Messi, claro, pero, para mi forma de jugar, siempre me he sentido identificado con Özil. Fekir y Canales son otros dos zurdos increíbles, magníficos. Por eso uno es campeón del mundo y el otro, titular con la selección española. Con Nabili he entrenado mucho este año y el año pasado; es bajito, pero fortísimo. Mejor no ir, porque te haces daño tú".
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