El Betis de Manuel Pellegrini acabó con diez el partido del pasado domingo ante el Espanyol por la expulsión de
Germán Pezzella por, según reflejó Soto Grande en el acta arbitral, "golpear en la pierna a un adversario en la disputa del balón, con uso de fuerza excesiva".
El argentino entró fuerte a un balón dividido y acabo golpeando la tibia de Aleix Vidal, quien sufrió una herida considerable. Que la entrada fue fuerte es algo que nadie pone en duda, aunque sí la intencionalidad de la misma. En primera instancia fue sancionada con amarilla, mientras que el VAR instó al coelegiado a que viera posteriormente la jugada, anulando la amarilla y mostrándole la roja a
Pezzella.Una decisión que ha sido muy discutida en diferentes sectores, especialmente por el beticismo, que acusa a los árbitros, en particular, y a la patronal, en general, del diferente rasero con el que se tratan las jugadas en función del futbolista o el equipo en cuestión.
Una acción similar ocurrió apenas una hora después, en el
Valencia-Real Madrid, aunque esta vez la entrada no fue señalada como expulsión y Casemiro solo vio la cartulina amarilla. Un excolegiado como
Iturralde González, de hecho, se ha referido a la polémica, asegurando que González Fuertes, encargado de mediar el Valencia-Madrid, se equivocó: "Para mí es roja. Vuelvo a recordar que no importa la intención en el reglamento, importa la manera en cómo entras. Es juego brusco grave".
El
Betis, en cualquier caso,
no alegará la roja de Pezzella, tal y como ha podido conocer ED. En la entidad verdiblanca entienden que la decisión corresponde a un criterio arbitral y que, por tanto, no hay mayor recorrido de cara a alegar la roja.
Alejandro Sáez2 min lectura